La torsión testicular se produce sobre todo en menores de 25 años (1/4000 varones), pero puede aparecer a cualquier edad. Se manifiesta como un dolor testicular agudo e intenso, muchas veces acompañado de náuseas y vómitos. Se debe a que el testículo se gira sobre sí mismo y se estrangula la arteria espermática, quedando el testículo sin riego sanguíneo.
El diagnóstico se confirma mediante exploración física por parte del urólogo y ecografía doppler que muestra que no llega sangre al testículo. En primera instancia se intenta revertir la torsión mediante maniobras manuales, pero muchas veces no se consigue y hay que realizar una intervención quirúrgica urgente. Una demora de más de 6 horas en la detorsión puede llevar a la pérdida del testículo.
Otra causa de dolor testicular agudo es la orquiepididimitis, mucho más frecuente que la torsión. Se trata de una infección que afecta al testículo, y que puede ser secundaria a bacterias que producen infecciones de orina o bien a algún germen de transmisión sexual. Su inicio es más progresivo, y con frecuencia se acompaña de fiebre y signos inflamatorios evidentes. Ante un varón joven que se presenta en urgencias por dolor testicular es frecuente que se tengan dudas diagnósticas entre torsión testicular vs. epididimitis. Si el examen físico y la ecografía no aclaran lo suficiente, es mandatorio realizar una exploración quirúrgica para descartar la torsión. Lógicamente, es preferible llevarse una cirugía innecesaria que perder un testículo, y con ello parte de la producción de testosterona y parte de la producción de semen.
Recordad, cualquier dolor testicular agudo e intenso es una torsión testicular hasta que se demuestre lo contrario, así que ¡acudid pronto a urgencias del hospital más cercano!
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