Si alguna vez ves una pequeña mancha roja en el pene, en la piel del prepucio o del glande, seguramente se trate de alguna pequeña zona irritada secundaria a la actividad sexual, o quizás en algún caso de una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Posiblemente tengas además escozor o dolor en esa zona, y simplemente con reposo sexual se te irá sola en el caso de una lesión por fricción. Si persiste y has tenido alguna relación sexual reciente con una pareja no habitual tendrías que consultar con urólogo para descartar una ETS.
Si tienes ya más de 30 o 40 años (o más joven pero con alguna patología inmunosupresora como el VIH), la mancha es indolora, muy bien delimitada y permanece siempre igual o con tendencia a un lento crecimiento y no has tenido actividad sexual recientemente, podría ser un carcinoma «in situ» del pene. Cuando se hace una biopsia, según su apariencia al microscopio se denomina Enfermedad de Bowen o bien Eritroplasia de Queyrat. Ambas son lesiones premalignas planas, superficiales, rojas y aterciopeladas, que tienen potencial para pasar de ser carcinoma «in situ» a cáncer invasivo de pene. En muchos casos se relacionan con el virus del papiloma humano (HPV) serotipos 16 y 18, los mismos que producen el cáncer de cuello de útero en las mujeres. Arriba tenéis unas imágenes para haceros una idea.
En la fases iniciales de cáncer superficial, existe tratamiento eficaz mediante pomadas, láser o cirugía superficial conservadora del pene. Pero si el cáncer se hace más profundo, podrías perder parcial o totalmente tu miembro.
Lo dicho, casi siempre se trata de alguna pequeña erosión o una ETS. Pero si persiste, o ante cualquier duda, consultad siempre con vuestro urólogo.
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