Una pequeña mancha roja en el glande o en la piel del pene o una pequeña induración, habitualmente pasa como una lesión inflamatoria o una enfermedad infecciosa. Pero ¡el cáncer de pene existe! No es tan frecuente como el cáncer de cérvix en las mujeres, pero siempre es recomendable acudir a un experto para descartar malignidad, por si acaso.
El carcinoma escamoso de pene supone el 95% de todos los casos de cáncer de pene. Otro tipo de tumores como el carcinoma de células basales, el sarcoma de Kaposi o el angiosarcoma son raros. La incidencia en Europa y EEUU del cáncer de pene es <1/100.000 hombres, pero en los países en desarrollo es mucho mayor. La localización más frecuente es el glande (48%), seguido del prepucio (21%), ambos glande y prepucio (9%), surco balano-prepucial (6%) y tallo del pene 2%.
Factores de riesgo de cáncer de pene
- Edad: más riesgo a mayor edad.
- Fimosis: imposibilidad para retraer el prepucio. La circuncisión a edad temprana reduce el riesgo de cáncer de pene. Si tienes fimosis, lo mejor es hacer una circuncisión.
- Falta de higiene (ver pautas de higiene íntima).
- Inflamación crónica: un buen ejemplo es la balanitis xerotica obliterans, una forma de balanitis crónica que puede degenerar en cáncer de pene.
- Tabaco.
- Fotoquimioterapia con psoraleno y rayos UVA: se usa para el tratamiento de manchas en la piel.
- Promiscuidad sexual y bajo nivel social: en estrecha relación con la infección por el virus del papiloma (VPH) serotipos 16, 18 y 6, responsables de al menos 1/3 de los casos de cáncer de pene. El cáncer de cérvix en la pareja (también por VPH) no es factor de riesgo para el hombre, es decir, no se contagia. En España la vacuna contra el VPH se recomienda actualmente en ♀ de 11-12 años, pero no en ♂. Otros países la recomiendan tanto en hombres como en mujeres.
Diagnóstico del cáncer de pene
La visualización de una lesión irregular de tipo verruga o una úlcera plana puede alertar al experto que la explora sobre la posibilidad de malignidad. Ante esta sospecha, una biopsia quirúrgica es necesaria para confirmar el diagnóstico.
El primer lugar al que se extiende el cáncer de pene es a los ganglios linfáticos de la ingle, la pelvis, o regiones más profundas. Antes de plantearse cualquier tipo de tratamiento local de la lesión, hay que examinar la ingle y realizar un TAC para descartar la existencia de diseminación ganglionar.
Modalidades de tratamiento del cáncer de pene
- Tratamiento conservador: algunas veces el tumor es lo suficientemente pequeño y superficial como para ser tratado de forma segura con una pequeña resección quirúrgica, láser, o fármacos tópicos como el 5-fluorouracilo o el imiquimod. Por ejemplo, si la lesión está en el prepucio, una circuncisión puede ser curativa. En todos estos casos la morfología y la función del pene queda preservada totalmente.
- Glandectomía y penectomía parcial: los tumores más profundos, o aquellas lesiones que reaparecen después de un tratamiento conservador, pueden requerir la extirpación completa del glande (glandectomía), o de parte del tallo del pene (penectomía parcial). En estos casos el pene se acorta y se reconstruye el orificio de la orina en la punta del pene. La función urinaria del pene se preserva, pero la función sexual queda alterada en mayor o menor medida según la longitud remanente de pene.
- Penectomía total: los tumores grandes o cercanos a la raíz del pene pueden requerir una extirpación total y una recolocación del meato urinario por debajo del escroto (uretrostomía perineal). Lógicamente la penectomía total hace perder la función sexual, y además el paciente necesita orinar sentado.
- Braquiterapia (radioterapia intersticial): puede ser una alternativa conservadora en casos seleccionados. Permite una completa preservación del pene, pero con cierta frecuencia hay recidivas que requieren cirugía.
- Radioterapia externa y/o quimioterapia: son opciones en algunos casos muy avanzados antes de la cirugía, después de la cirugía, o como única opción de tratamiento.
- Extirpación de los ganglios linfáticos inguinales y pélvicos (linfadenectomía): necesaria cuando el tumor se ha extendido a los ganglios. En algunos casos de alto riesgo se realiza de forma profiláctica cuando el llamado «ganglio centinela» está afecto. Habitualmente la resección de los ganglios se hace en un segundo tiempo, unas semanas después de la extirpación del propio tumor en el pene.
Tras el tratamiento del cáncer de pene, debe realizarse un seguimiento estrecho para la detección precoz de una posible recurrencia tumoral. Esto es muy importante si se ha elegido un tratamiento conservador como primera opción. El 74% de las recurrencias tiene lugar en los 2 primeros años, y el 92% dentro de los 5 primeros años. Después de 5 años, si el paciente se autoexplora, se puede dejar de hacer seguimiento.
Existen algunas lesiones que no se definen como cáncer de pene, pero que se consideran como premalignas (carcinoma in situ del pene). Son la eritroplasia de Queyrat y la enfermedad de Bowen, ambas relacionadas con los serotipos 16 y 18 del VPH y la Balanitis xerótica obliterante. El cuerno cutáneo del pene y la papulomatosis bowenoide del pene no son consideradas lesiones premalignas, pero esporádicamente se pueden asociar a cáncer de pene. El diagnóstico de estas lesiones se realiza mediante biopsia, y su tratamiento siempre es conservador mediante cirugía, fulguración con láser o crioterapia. La linfadenectomía no es necesaria en estos casos.
Bien, pues ya sabéis. Aunque es infrecuente, conviene vigilarse de vez en cuando, y cualquier alteración en el glande, en el prepucio, o en el tallo del pene debe ser valorado por un urólogo experto. Si se sospecha posibilidad de malignidad se requiere la realización de una biopsia para diagnosticar precozmente un posible cáncer de pene. Recuerda que el diagnóstico precoz lleva a un tratamiento con más opciones de ser conservador y a un mejor pronóstico oncológico.
Gracias de nuevo a todos los que leéis Men’s App. Puedes seguir el blog por email, en Facebook, Google+, LinkedIn y Twitter, o a través de la app para iPhone/iPad o Android. Y si te ha gustado este post ¡compártelo en las redes sociales!
Deja un comentario