La balanitis es una inflamación conjunta del glande y de la piel prepucial que lo cubre. Produce enrojecimiento, picor, secreción, y muchas veces incluso agrietamiento del prepucio. Aparece más frecuentemente en adultos no circuncidados, en niños y en diabéticos. ¿Cuáles son sus causas?
- Mala higiene personal con sobreinfección del esmegma.
- Fimosis: dificultad para retraer el prepucio.
- Microtraumatismos durante relaciones sexuales.
- Crecimiento de bacterias u hongos en una zona predispuesta por humedad y lesiones por maceración.
- Infección por gérmenes de transmisión sexual.
- Sustancias irritantes como algunos detergentes, jabones o colonias.
- Reacción alérgica a algunos fármacos como tetraciclinas o salicilatos. Aparece tras 1-8 h de la toma del fármaco.
- Secundaria a enfermedades como la diabetes o el VIH.
Las balanitis son frecuentes, es fácil que todo varón no circuncidado tenga alguna a lo largo de su vida. Si te ocurre, acude a tu médico de atención primaria o a tu urólogo. El tratamiento dependerá de cuál sea la causa que se sospeche:
- Higiene meticulosa con agua y jabón diarios. La zona debe permanecer limpia y seca. Más información sobre la higiene íntima aquí.
- En caso de sospecha de enfermedad de transmisión sexual requerirá un tratamiento específico.
- En caso de sobreinfección bacteriana se pueden aplicar pomadas con antibiótico, o incluso antibiótico oral si los síntomas son severos.
- Si se sospecha una infección por hongos se inicia una pomada tópica o un tratamiento oral en función de la gravedad.
- Algunas pomadas incluyen también antiinflamatorios (corticoides) asociados al antibiótico o al antifúngico, para una resolución más rápida de la inflamación.
En casos rebeldes al tratamiento o después de múltiples episodios recurrentes se aconseja realizar una circuncisión. Al quedar el glande al aire y eliminar la humedad, ya no se producen más balanitis.
Ya sabes, si tienes balanitis frecuentes, acude a tu urólogo. Tendrá el cuchillo preparado…
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