En ocasiones el frenillo tira de la punta del pene durante las relaciones sexuales y puede producir molestias. Es un motivo de consulta frecuente entre los varones jóvenes que comienzan a tener actividad sexual, y que obliga a realizar la operación del frenillo. El frenillo puede incluso romperse durante el acto y provocar un sangrado que asusta mucho. Ya os hablé de la rotura del frenillo.
Lo primero es realizar una exploración en la consulta y ver si realmente el frenillo es corto, o si en realidad se trata de una estrechez del anillo prepucial con dificultad para retraer el prepucio en erección (fimosis), o de ambas cosas. En muchas ocasiones el paciente no diferencia muy bien el por qué de sus molestias, y solo la inspección del urólogo logra definir bien el problema.
Si hay fimosis, la intervención que se realiza es la circuncisión, es decir, quitar todo el manguito de prepucio estrecho. Pero si se descarta fimosis, entonces basta con cortar el frenillo. La operación del frenillo se llama sección del frenillo o plastia del frenillo o frenuloplastia y es mucho más sencilla y rápida que la circuncisión. Se realiza con anestesia local, dura unos 30 minutos, y no requiere ingreso. Normalmente se dan puntos reabsorbibles que caen solos. En el postoperatorio se recomienda reposo sexual 3-4 semanas o hasta que todos los puntos se hayan caído. Rara vez hay complicaciones secundarias a la cirugía.
Ya sabéis chicos, si os molesta, os tira o no estáis cómodos consultad con vuestro urólogo. La operación del frenillo no solo es una solución, sino que además puede evitar una rotura inesperada…
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