- Dormir desnudo adelgaza: un estudio demostró que dormir en una habitación fresca activa la “grasa marrón” y ayuda a perder peso más rápidamente que dormir en una habitación cálida. Dicho de otra forma, pasar un poquito de frío aumenta el metabolismo basal y hace quemar más grasas de noche.
- Ayuda a descansar mejor: según un estudio dormir con pijama aumenta la temperatura corporal y afecta al ciclo del sueño dificultando la entrada en la fase de sueño profundo.
- Mejora tu vida sexual: dormir “piel con piel” libera oxitocina, la hormona del amor. Esto hace que nos despertemos con mejor humor y mayor apetito sexual.
- Te mantiene joven: la melatonina, hormona que regula los ciclos circadianos, se libera por la noche con más facilidad si hay una adecuada temperatura corporal por debajo de 21ºC dentro de la cama.
- Es más saludable: según un estudio de la National Sleep Foundation dormir desnudo regula el cortisol, previene la hipertensión y el aumento de colesterol. Además si se duerme bajo mantas pesadas se impide la liberación de hormona de crecimiento, necesaria para la reparación nocturna de huesos, músculos y piel.
- Protege los órganos sexuales: en las mujeres previene las infecciones por hongos y en los varones una adecuada temperatura testicular mejora la fertilidad.
- Mejora la autoestima: según algunos expertos este gesto ayuda a mejorar nuestra autoestima al acostumbrarnos a ver nuestro cuerpo tal cual es a la hora de irnos a dormir.
- Mejora la circulación: los elásticos en la cintura o los tobillos, así como los pliegues de las prendas provocan una mala circulación.
- Disminuye el riesgo de diabetes: un estudio publicado en la revista médica “Diabetes” determinó que dormir en una habitación fresca (no fría) regulaba mejor los niveles de azúcar en sangre y mejoraba la sensibilidad a la insulina.
- Te hace ahorrar: precio del pijama, de los lavados, de la electricidad y el agua consumidos.
No es una mala solución dormir desnudo… ¿no os parece?
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