Tomado de reproduccionasistida.org
En una ocasión un paciente me dijo que sexualmente estaba satisfecho pero «Doctor, yo lo que quiero es echar más leche». Dejando a un lado los aspectos recreacionales del volumen de semen eyaculado… veamos qué implicaciones tiene para la fertilidad.
Primero aclararé que aunque los espermatozoides son producidos por el testículo, la mayor parte del líquido en el que nadan viene de la secreción de la próstata y las vesículas seminales. Un volumen bajo de líquido seminal puede impedir una correcta vitalidad y movilidad de los espermatozoides.
Según los valores de normalidad del espermiograma que la OMS estableció en 2010, un volumen de semen inferior a 1,5 ml por eyaculado está fuera de lo normal. Por debajo de esta cifra se considera que existe hipospermia, con reducción de las probabilidades de conseguir un embarazo. Pero el volumen de semen es muy variable, incluso para un mismo individuo. Puede haber mucha fluctuación en función del estado de hidratación, el número de días desde que se eyaculó la última vez, el grado de estrés o relajación en el momento de la eyaculación, el nivel de excitación, etc. Por eso, antes de afirmar que alguien tiene una hipospermia o bajo volumen de semen, hay que asegurarse de que la muestra se ha recogido sin haber derramado nada, con una abstinencia sexual correcta de entre 2 y 5 días, y con una excitación previa aceptable.
¿A qué puede deberse la hipospermia? La edad reduce poco a poco el volumen de semen, como parte del envejecimiento. Existe además una serie de patologías que pueden reducir el volumen de semen:
- Eyaculación retrógrada: puede ser total, en cuyo caso hablaríamos de aspermia (ausencia total de semen) o parcial produciendo hipospermia. Causas de eyaculación retrógrada son algunas anomalías uretrales, la cirugía de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) o del cuello vesical y los fármacos alfa-bloqueantes que se utilizan en la HBP.
- Agenesia bilateral de los conductos deferentes u obstrucción de los conductos eyaculadores: son anomalías congénitas que producen azoospermia (ausencia total de espermatozoides) con hipospermia (bajo volumen).
- Déficit de testosterona: el hipogonadismo puede reducir también el volumen de semen.
- Lesión de los nervios simpáticos: la disección de los ganglios retroperitoneales en tumores de riñón, linfomas o tumores de testículo afecta a los nervios simpáticos que controlan la eyaculación haciéndola más débil.
- Eyaculaciones frecuentes: si una persona tiene muchas relaciones sexuales o se masturba varias veces al día, no hay tiempo para que se reponga el fluido seminal.
Muchas veces la hipospermia se acompaña de menor número de espermatozoides (oligozoospermia) y/o menor movilidad (astenozoospermia) y/o elevado porcentaje de espermatoides anormales (teratozoospermia). En estos casos se puede intentar con dieta sana y suplementos de antioxidantes y vitaminas mejorar esos parámetros seminales. Pero otras veces esto no es así, siendo la cantidad, movilidad y morfología de los espermatozoides normales. En esta situación, más allá de intentar espaciar las eyaculaciones, incrementar la excitación en lo posible, o intentar solventar algún problema anatómico, no existe ningún tratamiento eficaz para aumentar el volumen de semen. Si no se consigue embarazo, la única opción son las técnicas de reproducción asistida.
Bueno, pues si alguien tenía algunas dudas sobre el volumen de semen y sus repercusiones, espero haber podido aclarar algo el tema.
Deja un comentario