Las patentes de las medicinas duran 20 años. Lleva unos años para que una innovación química patentada se convierta en una medicina que se vende en las farmacias. El resto de tiempo hasta los 20 años, el laboratorio fabricante monopoliza la venta del fármaco. Cuando la patente expira, otros laboratorios pueden fabricar el mismo principio activo, demostrar su bioequivalencia con el original, y comercializarlo como genérico. Por ley, el precio del genérico debe ser un 40% más barato que la marca original.
El sildenafilo (Viagra) fue lanzado al mercado en 1998 y su patente, propiedad de Pfizer, venció en 2013. Por entonces, distintos laboratorios comenzaron a fabricar y vender el viagra genérico. Eso sí, el nombre de Viagra y la típica presentación en pastilla azul con forma de rombo, sigue siendo propiedad exclusiva de Pfizer. Más recientemente, en Noviembre de 2017, venció la patente del tadalafilo (Cialis) y ahora ya está disponible también el tadalafilo genérico, mucho más barato.
Aunque mucha gente todavía tiene «miedo» a los genéricos, hay que decir que son exactamente iguales en calidad, eficacia y seguridad. Cumplen todas las garantías de calidad y han demostrado su bioequivalencia con el original ante la Agencia Española del Medicamento. Esto quiere decir que son exactamente igual de eficaces.
En definitiva, no hay que tener ninguna reticencia a comprar viagra genérico o cialis genérico para beneficiarnos de su mejor precio.
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