El virus del papiloma humano (VPH)
El VPH es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más frecuente tanto en hombres como en mujeres. Aproximadamente el 90% de las personas activas sexualmente entran en contacto con el virus, pero afortunadamente nuestro sistema inmune lo elimina en la mayoría de los casos. Cuando no desaparece, puede permanecer latente durante mucho tiempo, y no manifestarse nunca. Sin embargo, algunas personas sí desarrollan verrugas sexuales (también llamadas condilomas o papilomas) o cáncer genital después de un tiempo variable.
Se puede contagiar el VPH mediante sexo vaginal, anal, oral, por contacto piel con piel durante la actividad sexual, o incluso por compartir juguetes sexuales. La penetración no es necesaria para coger el virus, como tampoco lo es que la otra persona tenga verrugas visibles u otros signos de infección. El contagio puede no manifestarse hasta años después del contacto con el VPH, haciendo muy difícil saber cuándo se produjo la infección.
El VPH es tan frecuente que la mayoría de las personas sexualmente activas coge algún serotipo de VPH en algún momento de su vida. Pero no existe ningún test que nos diga el estado de contagio de cada uno. La mayoría de las veces se descubre cuando aparecen verrugas sexuales o, en el caso de las mujeres, cuando el test de Papanicolau (citología de cuello de útero) es positivo.
Existen más de 40 serotipos conocidos de VPH. Aquellos que producen condilomas casi nunca provocan cáncer. Otros serotipos sí son capaces de desarrollar cáncer de cérvix (cuello de útero), cáncer de pene, cáncer anal o cáncer de orofaringe. No existe ningún tratamiento específico para el propio virus. Pero sí hay tratamiento para las verrugas genitales o para los cánceres provocados por el VPH.
Verrugas genitales (condilomas acuminados o papilomas)
Cada año se diagnostican en España más de 56.400 nuevos casos de pacientes con verrugas genitales (condilomas o papilomas), en la mayoría de los casos por los serotipos 6 y 11 de VPH. Se trata de la infección viral más frecuente de entre todas las de transmisión sexual. Sólo el 5-10% de los casos son producidos por los serotipos 16 y 18, considerados de riesgo para sufrir cáncer. La mayoría de las verrugas genitales aparecen en adultos jóvenes, con un pico de incidencia entre los 16 y los 25 años, debido al inicio cada vez más precoz de las relaciones sexuales.
Los condilomas se manifiestan como una o varias lesiones sobreelevadas de tipo «coliflor» en el área genital. Se diagnostican fácilmente con la mera inspección visual. No producen dolor ni suponen una seria amenaza para la salud, pero son desagradables a la vista y producen bastante estrés psicológico a quien las padece.
Si no se tratan, las verrugas genitales pueden desaparecer por completo con el tiempo, permanener igual, o crecer en tamaño y número. Para tratarlas debe utilizarse una solución o pomada específica para el VPH, o bien quemarlas o extirparlas. No deben usarse otro tipo de cremas para verrugas comunes en otras localizaciones. Estas son todas las opciones de tratamiento:
- Observación: puede ser una opción, ya que los condilomas pueden desaparecer espontaénamente.
- Podofilotoxina en crema o solución: la pauta recomendada es una aplicación cada 12 horas durante 3 días. Si después de 4 días de descanso persiste la verruga, debe iniciarse un nuevo ciclo de 3 días. Se puede repetir hasta 4 ciclos, siempre esperando 4 días entre uno y otro.
- Imiquimod 5% crema: una aplicación cada noche 3 días a la semana, hasta un máximo de 16 semanas.
- Famciclovir 250 mg: 1 comprimido cada 12 horas hasta 16 semanas.
- Eliminación de los condilomas: mediante crioterapia con nitrógeno líquido (disponible en la consulta de los dermatólogos) o exéresis quirúrgica (habitualmente realizado por el urólogo con anestesia local).
Si tienes verrugas genitales, se recomienda evitar la actividad sexual, incluyendo relaciones anales u orales, hasta que hayan desaparecido con el tratamiento. Esto ayudará a evitar el contagio, aunque este ya se ha podido producir antes de la aparición de los condilomas, e incluso es posible después de su eliminación al quedar el virus latente.
¿Pueden reaparecer los condilomas después del tratamiento? En algunas personas solo hay un episodio en la vida de verrugas genitales. En otras pueden reaparecer semanas, meses o años después. Ante un nuevo episodio de brote de condilomas, es imposible saber si se trata de una reactivación del mismo virus, o si se trata de una nueva infección por VPH.
Si a tu pareja le han detectado el VPH simplemente explórate de vez en cuando pene, escroto, ano, boca o garganta en búsqueda de verrugas, o cualquier tipo de induración o úlcera que aumente de tamaño. En este caso deberías consultar a tu urólogo, dermatólogo, cirujano maxilo-facial (cavidad oral) o cirujano general (ano). Lee más en «A mi pareja le han detectado el VPH ¿qué debo hacer?».
Cáncer causado por el VPH
La infección por VPH no es cáncer en sí misma, pero puede producir cambios en el cuerpo que lleven al desarrollo de un cáncer. En las mujeres el VPH puede producir cáncer de cuello de útero, de vulva, de vagina, de ano o de orofaringe. En el hombre el VPH puede dar lugar a cáncer de pene, cáncer de ano o cáncer de orofaringe (doble de riesgo que las mujeres).
El cáncer puede llevar años, o incluso décadas, para desarrollarse después de la infección por VPH. Los serotipos 16 y 18 de VPH se relacionan con el 70% de los casos de cáncer de cuello de útero y de cáncer de pene. El VPH oral es muy frecuente, pero solo en el 1% se trata de de los serotipos que provocan cáncer de orofaringe (sobre todo el 16).
La incidencia en Europa y EEUU del cáncer de pene es <0,5/100.000 hombres/año, pero en los países en desarrollo es mucho mayor. En el caso del cáncer de cuello de útero la incidencia es de 10-15/100.000 mujeres/año. El 30% de los cánceres de orofaringe se relacionan con el VPH, y el factor de riesgo más importante es el número de parejas sexuales (promiscuidad) con el que se ha practicado felación o cunnilingus.
En general puede decirse que, aunque el VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común, los cánceres por VPH son poco frecuentes en el hombre. No hay forma de saber quiénes de los que tienen infección por VPH desarrollarán cáncer, pero sí sabemos que existen algunos grupos de riesgo:
- Hombres con debilitamiento del sistema inmune (incluyendo VIH/SIDA) son menos capaces de luchar contra el VPH y más propensos a desarrollar cáncer por esta causa.
- Hombres que reciben relaciones anales tienen más riesgo de desarrollar infección anal por VPH y cáncer anal.
¿Cómo se pueden prevenir las verrugas genitales y el cáncer por VPH?
1. Vacunación:
En España la vacuna contra el VPH está incluida en el calendario vacunal de todas las comunidades autónomas para todas las niñas a los 12 años. Hay dos tipos de vacuna:
- Bivalente (Cervarix®): frente a los serotipos 16 y 18 del VPH, los que provocan cáncer.
- Tetravalente (Gardasil®): protege no solo frente a los serotipos 16 y 18, sino también frente al 6 y al 11, los que provocan condilomas.
Pero ¿qué pasa con los hombres? En España la vacunación frente al VPH no está en el calendario vacunal de los hombres, pero sí lo está en EE.UU. y en algunos países europeos como Austria, Suiza o Italia. Sin embargo, la Asociación Española de Pediatría recomienda vacunar también a los varones con la vacuna tetravalente (única autorizada para hombres), preferiblemente a los 11-12 años. Además, según muchos expertos, si solo se vacuna a las mujeres, los hombres seguirán portando el virus y siendo fuente de contagio.
Se ha demostrado la eficacia de la vacuna hasta los 26 años, incluso aunque ya se haya tenido contacto con el virus, por lo que cualquiera puede comprarla y ponerse las 3 dosis correspondientes antes de esa edad.
2. Si eres sexualmente activo:
- Usa preservativo cada vez que tengas sexo. Esto reducirá tu probabilidad de contagio por VPH. Pero el virus puede infectar áreas como el pubis, el escroto o las ingles, por lo que los condones no proporcionan una protección total.
- Evita la promiscuidad. Procura tener una relación monógama tanto tú como tu pareja.
- Si tú o tu pareja tenéis verrugas genitales, evitad tener sexo hasta que hayan desaparecido con tratamiento.
3. Autoexplórate periódicamente:
No existe ningún test aprobado para detección del VPH en el hombre. Si no tienes ningún síntoma o lesión no se recomienda realizar ninguna consulta médica. En las mujeres es diferente, en ellas sí se recomienda de forma rutinaria la citología de cuello de útero (test de Papanicolau). En algunos centros también se realiza la citología anal a hombres con VIH u homosexuales, que tienen mayor riesgo de cáncer anal.
En general, la única recomendación en hombres es la autoexploración del pene, escroto, ano, boca o garganta en búsqueda de verrugas, o cualquier tipo de induración o úlcera que aumente de tamaño. En este caso deberías consultar a tu urólogo o dermatólogo.
Para terminar este artículo, solo unos comentarios sobre lo que el VPH puede significar para tu pareja. Si tú o tu pareja sois diagnosticados de alguna enfermedad relacionada con el VPH, será imposible saber cuánto tiempo hace que tenéis el virus, si tu pareja te lo transmitió a ti o tú a ella, o si lo cogiste con alguna pareja anterior. Por otro lado, que el VPH se manifieste en un momento dado no quiere decir necesariamente que hayas tenido una relación fuera de tu pareja habitual. Por último, decir también que puede ser importante cuando iniciáis una relación, que habléis de vuestra salud sexual y de los posibles riesgos de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Gracias una vez más a todos los lectores. Recuerda que puedes seguir el blog por email, en las redes sociales Facebook, Google+, LinkedIn y Twitter, o a través de la app para iPhone/iPad o Android. Y si crees que esta información puede ayudar a otros, ¡compártela en las redes sociales!
Deja un comentario