Antes de la eyaculación el espermatozoide vive en el plasma seminal rodeado de nutritientes que le proporcionan energía, y con un pH ideal de 7-7,5. Sin embargo, en el interior de la vagina de la mujer el pH es mucho más ácido, entre 3,8 y 4,5, aunque durante el período ovulatorio se hace más básico para favorecer la supervivencia de los espermatozoides.
Durante el camino ascendente dentro de la vagina y el útero, los espermatozoides van perdiendo la protección que les confiere el plasma seminal. Pero aún así tienen una bomba de protones (iones positivos) que les hace seguir mantiendo su pH interno. Así, la supervivencia de algunos espermatozoides dentro del útero y las trompas consigue ser de hasta 72-96 horas. Después pierden su movilidad y mueren.
Los óvulos solo viven unas 24 horas tras la ovulación. Teniendo en cuenta la supervivencia del espermatozoide y la del óvulo, el período fértil de la mujer está comprendido aproximadamente entre 5 días antes y 1 después de la ovulación. Pero para los cálculos de los días fértiles, la cosa se complica más, porque hay que tener en cuenta además la variabilidad en el ciclo menstrual de la mujer. No siempre ovula el clásico día 14, sino que puede hacerlo el día 10 o el día 18. Esto hace que cambie la longitud de la fase preovulatoria, pero la fase postovulatoria se mantiene siempre constante 12-14 días.
Si tu objetivo es dejar embarazada a tu pareja, lo mejor es tener relaciones cada 1-3 días durante el periodo periovulatorio. Pero si tu objetivo es no dejarla embarazada, el período más seguro es a partir del día 20 del ciclo hasta la siguiente menstruación, ya que aunque hubiera existido un retraso en la ovulación al día 18, el día 20 ya habría muerto el óvulo.
Suelen ser temas de los que solo se preocupan las mujeres. Pero a los hombres también nos pueden interesar según las circunstancias de la pareja.
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