La resección transuretral de próstata (RTUP) comenzó a realizarse en los años 40 y, hasta la fecha, ha sido el procedimiento más realizado para tratar la hiperplasia benigna de próstata. La intervención es necesaria cuando la medicación no es suficiente para tratar los síntomas, cuando aparecen complicaciones (infecciones, retención urinaria, insuficiencia renal, divertículos, cálculos en la vejiga, o episodios frecuentes de sangrado en la orina), o cuando existe un deseo del paciente de un tratamiento definitivo. Para poder realizar una RTUP la próstata no debe ser mayor de 80 o 90 cc, de lo contrario es preferible realizar una cirugía abierta.
A pesar de que a día de hoy la cirugía prostática con láser verde (u otros tipos de láser) ha ido comiendo terreno por producir menos sangrado y acortar el periodo de ingreso hospitalario, la clásica RTUP todavía sigue mostrando una gran eficacia y sigue siendo el procedimiento más utilizado, sobre todo en los centros donde no se dispone de láser. Veamos en qué consiste.
La RTUP es un procedimiento endoscópico que se realiza introduciendo una cámara por la uretra. En la punta del instrumento hay un electrobisturí que permite ir cortando pequeñas «lonchas» de tejido prostático. Así la próstata se va vaciando desde dentro pero dejando la cápsula, a diferencia de la prostatectomía radical para el cáncer de próstata, en la que se extirpan toda la próstata incluyendo su cápsula y las vesículas seminales. Es como si a una naranja le quitáramos todos los gajos pero dejáramos la piel. El resultado es que queda un canal amplio por donde puede pasar la orina con más facilidad. Al final de la cirugía se extraen todos los fragmentos mediante un dispositivo de succión, y se deja una sonda urinaria.
La resección transuretral de próstata se realiza habitualmente bajo raquianestesia, es decir, con un pinchazo en la espalda que duerme de cintura hacia abajo. El procedimiento dura una hora aproximadamente. Al tercer día se retira la sonda, se espera a que el paciente orine una o dos veces, y se da de alta hospitalaria. Rara vez la RTUP produce disfunción eréctil o incontinencia urinaria, complicaciones que sí pueden aparecer tras una prostatectomía radical.
Todos los urólogos estamos muy familiarizados con la cirugía transuretral, que también utilizamos para operar los tumores de vejiga o las estrecheces uretrales. Si te tocara operarte, ¡confía en tu urólogo!
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