No hace mucho os expliqué los mecanismos de la erección y del deseo sexual, y os nombré cuáles eran las principales causas de disfunción eréctil. Bien, pues basándonos en los mecanismos que llevan a la impotencia, en este post y en el próximo os diré cuáles son las recomendaciones generales para mejorar el rendimiento sexual y evitar su deterioro con el tiempo…

Si crees que tienes una vida sexual normal, estas recomendaciones te ayudarán a mantener un buen rendimiento sexual y a prevenir la aparición de impotencia, casi inevitable a partir de una determinada edad. Y si ya has comenzado a tener algún problemilla, o tienes una disfunción eréctil ya establecida,  te servirán para diminuir las dificultades, o por lo menos impedir que vayan a más. Incluso puede resolverse el problema completamente si todavía no es severo.

 

1. Deja de fumar:

• El tabaco es el factor de riesgo cardiovascular más importante. La incidencia de enfermedad coronaria es 3 veces mayor en fumadores frente a los no fumadores. El riesgo de infarto cardíaco es proporcional al número de cigarrillos diarios y el número de años de hábito fumador. De la misma forma que los otros factores de riesgo vascular, el tabaco provoca arteriosclerosis y estrechamiento de todas las arterias del cuerpo, incluidas las que llevan sangre al pene.
• ¿Por qué dejar de fumar? El deterioro las arterias de tu pene y del resto del organismo se detiene, tu respiración mejora y te cuesta más cansarte, paras de toser y de tener infecciones respiratorias, tu piel y tu cara detienen su envejecimiento prematuro, recuperas el gusto y el olfato, y disminuyes considerablemente el riesgo de cáncer de pulmón, de cavidad oral, de garganta y de vejiga. Aproximadamente 3 años después de fumar tu riesgo de infarto cardíaco o cerebral se equipara al de un no fumador.

 

 

2. Reduce tu consumo de alcohol:

• Una cantidad excesiva de alcohol actúa inmediatamente después de la ingesta deprimiendo el sistema nervisoso central, incluso en el bebedor ocasional.
• La ingesta crónica del alcohol hace que se produzca por un lado una degeneración de los nervios que van al pene (polineuropatía alcohólica) y, por otro, una alteración crónica del sistema nervioso central, ambas perjudiciales para el rendimiento sexual.

 

 

3. Nada de drogas:

• Todas las drogas reducen la potencia. El abuso crónico de heroína, cocaína, cannabis o anfetaminas se asocia con tasas más altas de disfunción eréctil.
• La morfina (heroína) es un depresor del sistema nevioso central.
• El consumo aislado de cocaína puede producir un efecto euforizante y un incremento pasajero en el disfrute sexual, pero el consumo crónico produce alteraciones vasculares y hormonales (prolactina). La disfunción eréctil llega al 60% entre los consumidores habituales de cocaína.
• El cannabis, igual que la cocaína, produce elevación de la prolactina y se asocia a una disminución del deseo sexual. El cannabis tiene además un riesgo adicional cuando se consume junto con medicación para la impotencia (VIAGRA, CIALIS, LEVITRA, SPEDRA) porque potencia su efecto vasodilatador, con efectos que pueden ser incluso fatales en casos severos.

 

 

 

4. Comprueba si tomas alguna medicación que afecte al rendimiento sexual:

Si tomas alguna medicación de esta lista, pregunta a tu médico si puedes dejarla o cambiarla por alguna otra con menos efecto sobre la función eréctil.

• Tratamiento para la hipertensión:

 

 

• Tratamiento para la próstata: el finateride y el dutasteride usados en la hiperplasia benigna de próstata reducen el deseo sexual y la calidad de las erecciones. Medicamentos para el cáncer de próstata como la bicalutamida, el acetato de ciproterona o los análogos de la LHRH (inyecciones cada 1, 3 ó 6 meses) también provocan disminución del rendimiento sexual. Todos ellos producen alguna alteración en el balance hormonal del varón.
• Tratamiento para la depresión u otras enfermedades psiquiátricas: todos los fármacos psicotropos (antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos) pueden producir impotencia por su efecto sobre el sistema nervioso central, por diminuir el apetito sexual o por alteración hormonal (de la prolactina u otras hormonas). Estamos hablando de los antidepresivos, barbitúricos, benzodiacepinas, anfetaminas, fenotiazinas, haloperidol, litio y otros.
• Tratamiento de trastornos digestivos: antiácidos como la cimetidina, famotidina, ranitidina y derivados o los proquinéticos como la metoclopramida incrementan la prolactina y pueden producir disfunción sexual.
• Tratamiento para el colesterol elevado: el clofibrato puede reducir la potencia. Pregúntale a tu médico si puede cambiarlo por otro que produzca menos efecto sobre el rendimiento sexual.
• Analgésicos: indometacina, naproxeno y derivados inhibien la producción de protaglandinas, necesarias para los mecanismos de la erección. Los analgésicos mayores como la morfina y otros opiáceos deprimen el sistema nervioso central y también producen impotencia.
• Tratamiento para la obesidad:  la reducción del sobrepeso es importante para mejorar la potencia, ya que se trata de un factor de riesgo vascular. Sin embargo, debería alcanzarse mediante dieta y ejercicio físico, y nunca mediante cócteles de fármacos, muy perjudiciales para el rendimiento sexual. Algunos profesionales de dudosa reputación pueden proponerte combinaciones de anfetaminas para reducir el apetito y quemar grasas, beta-bloqueantes para reducir la taquicardia inducida por las anfetaminas, hormona tiroidea (T3 y T4) para aumentar la destrucción de grasa, ansiolíticos como el diazepam para reducir el apetito y la ansiedad generada por las anfetaminas y las hormonas tiroideas, antiácidos como la cimetidina para reducir los síntomas digestivos provocados por las anfetaminas, y diuréticos para reducir peso rápidamente eliminando agua y minerales. Cualquiera de estos fármacos por sí solo puede provocar impotencia, así que imaginaos su asociación.
• Otros fármacos: otros medicamentos también pueden alterar las erecciones.

 

Hasta aquí el post de hoy. Espero que toda esta información te resulte útil. Puedes dejar tus comentarios o sugerencias más abajo. En «Cómo mejorar el rendimiento sexual – Parte 2» podréis encontrar información sobre el papel de una dieta sana, del ejercicio físico regular, y del control de otros factores de riesgo vascular como el azúcar, el colesterol, la hipertensión y la obesidad.

Gracias una vez más a todos los lectores. Recuerda que puedes seguir el blog por email o en Facebook, Google+, LinkedIn y Twitter. Y si crees que esta información puede ayudar a otros, ¡compártelo en la redes sociales!