El molluscum contagiosum o molusco contagioso lo produce un tipo de virus de la familia de los Poxvirus. La típica lesión, que suele ser múltiple, es un pequeño nódulo indoloro de 2-3 mm con un cráter central donde hay una secreción blanquecina (ver imagen).
Se considera una enfermedad de transmisión sexual (ETS), ya que se puede transmitir durante una relación sexual. A veces se confunde con otras ETS como el herpes genital o los condilomas por el virus del papiloma (VPH). Pero también puede transmitirse por contacto con objetos contaminados como toallas, ropa o juguetes. En estos casos puede aparecer en otras partes del cuerpo lejos de la región genital, e incluso en los niños. La autoinoculación por rascado en la cara, el tronco o las extremidades también es frecuente.
En personas sanas sin las defensas bajas, las lesiones desaparecen casi siempre por sí solas antes de los 18-24 meses. No suelen dejar cicatriz salvo que haya habido mucho rascado. El problema es que la autoinoculación puede hacer que las lesiones del molluscum contagiosum (que por eso se llama así) se propaguen antes de desaparecer, por lo que se recomienda tratarlas. Hay varias opciones:
- Pomadas o líquidos tópicos: puede usarse la podofilotoxina (WARTEC®), el hidróxido de potasio (MOLUSK®), la cantaridina, el ácido salicilíco o el imiquimod (ALDARA®) . Hay que ser muy selectivo con la aplicación de estas sustancias porque pueden producir una especie de quemadura alrededor que deje una mancha en la piel. Puede tratarse solo una lesión que esté escondida para ver la respuesta, y luego el resto.
- Extirpación: habitualmente lo hace el dermatólogo mediante raspado, crioterapia o electrocoagulación.
Por supuesto, si uno tiene molluscum contagiosum, no debe compartir toallas u otros objetos de uso personal. Y debe evitarse el contacto sexual en el caso de lesiones genitales.
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