Antes de morir a los 56 años de edad, Steve Jobs se arrepintió de no haberse tratado a tiempo de su cáncer de páncreas, del que había sido diagnosticado en Octubre de 2003. Rechazó tratamientos convencionales y la cirugía, y en su lugar optó por llevar una dieta vegetariana, acupuntura, remedios de herbolario, y otros tratamientos que encontró en internet. También estuvo en una clínica en tratamiento a base de jugos, limpieza de intestinos y otros métodos, hasta que finalmente decidió rendirse a la cirugía en julio de 2004. Todavía vivió unos años más hasta el 5 de Octubre de 2011. Pero fueron 9 meses de demora en la cirugía desde el diagnóstico inicial, que no sabemos si quizás hubieran salvado la vida de uno de los grandes genios de nuestro tiempo. «En verdad no quería que me abrieran el cuerpo, así que traté de ver si otras cosas podrían funcionar», le dijo Jobs con arrepentimiento a Walter Isaacson (el autor de su biografía) unos años después de la operación.

Recientemente hemos tenido en España un caso de difteria por primera vez en 28 años. El niño todavía está hospitalizado, y ya veremos si se recupera totalmente y sin secuelas. Es muy probable que no. Los padres ya han manifestado su arrepentimiento por haber creído a los grupos antivacunas.

La «medicina alternativa» incluye todas aquellas prácticas que afirman tener efectos sanadores, pero sin el apoyo de la evidencia que proporciona el método científico, por lo que su efectividad no ha sido probada. Lo que sí se consigue probar frecuentemente, es que las medicinas alternativas no curan el cáncer, como en el caso de Steve Jobs. O que saltarse la medicina convencional puede traer consecuencias nefastas, como en el caso de la difteria.

En definitiva, confiad en la medicina convencional. Su base es el método científico. Toda actuación tiene años de investigación y de estudios detrás, que demuestran su efectividad. ¿Por qué confiar en pseudociencias, en medicinas alternativas, o en grupos que proponen actuaciones contrarias a la medicina convencional? Se puede ser un poco loco como decía Steve Jobs «Stay foolish», pero en cuestiones de salud mejor no experimentar contigo mismo o con los tuyos. Los científicos ya lo han experimentado todo antes por tí, con muchas más garantías.

Las vacunaciones antidifteria han aumentado un 20% en los últimos días. Tienen que ocurrir desgracias para que la gente acabe rindiéndose a la evidencia…