Una de las patologías más frecuentes en Urología son las piedras en los riñones, también llamadas cálculos renales o litiasis renal. Las piedras se forman en los cálices renales y pueden permanecer años en ese lugar sin producir síntomas. Pero si un cálculo se desprende y cae hacia el uréter, entonces lo obstruye, la orina se acumula por encima y el riñón se hincha (hidronefrosis), produciendo un cólico nefrítico. Se trata de un dolor muy intenso en el costado que muchas veces se irradia hacia la ingle e incluso hacia el testículo del mismo lado y que obliga a acudir a urgencias. Ya os conté una vez por qué un cólico nefrítico produce dolor testicular y también por qué es más frecuente un cólico nefrítico en verano.
Hoy vamos a ver qué posibilidades de tratamiento tenemos para las piedras en los riñones, en el uréter o en la vejiga:
- Tratamiento médico: los cálculos de pocos milímetros muchas veces acaban expulsándose solos simplemente bebiendo mucha agua y ayudado de analgésicos y antiinflamatorios. Los alfa-bloqueantes que se utilizan como tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata también pueden ayudar a avanzar a las piedras de los riñones que bajan hacia la vejiga. El citrato potásico alcaliniza la orina y consigue disolver los cálculos de ácido úrico.
- Litotricia externa por ondas de choque: mediante radioscopia se localiza el cálculo que se quiere romper con unas coordenadas hacia donde se quieren dirigir las ondas para romper el cálculo. El aparato se aplica en contacto con la piel del costado y emite unas ondas ultrasónicas que provocan líneas de fractura sobre la piedra. La ventaja es que es un procedimiento no invasivo y que no requiere ingreso, la desventaja es que algunos tipos de piedra son demasiado duras para ser rotas y, o bien requieren varias sesiones de litotricia, o bien no se rompen.
- Ureteroscopia: se trata de un procedimiento endoscópico que requiere anestesia general. Se introduce por la uretra un aparato parecido al cistoscopio pero más estrecho y más largo para poder subir por el uréter hasta el nivel del cálculo. Una vez allí el cálculo puede extraerse con pinzas, con una cestilla, o se puede fragmentar con láser. Muchas veces hay que dejar después un catéter doble jota que va desde el riñón hasta la vejiga.
- Nefroscopia: también es un procedimiento endoscópico bajo anestesia, pero en esta ocasión se hace un orificio en la piel del costado por donde se accede directamente al riñón. Una vez allí, como en la ureteroscopia, se pueden utilizar pinzas, cestilla, láser, litotriptor ultrasónico o neumático.
- Cirugía abierta o laparoscópica: en ocasiones grandes masas litiásicas que requerirían varios procedimientos endoscópicos se prefiere abordarlas con un solo procedimiento de cirugía abierta o laparoscópica.
Fijaos que los distintos métodos para tratar las piedras en los riñones están ordenados desde el menos hasta el más invasivo. Lógicamente siempre se intenta hacer lo menos invasivo, pero si falla se pasa al siguiente escalón.
Espero que nunca tengáis un cólico nefrítico, porque la gente lo describe como un «dolor de parto». Pero si fuera el caso, ya podéis haceros una pequeña idea de cómo se trata.
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