En los hombres, tras el orgasmo y la eyaculación la excitación disminuye, hay una relajación generalizada y deja de llegar sangre al pene, desapareciendo la erección. Hay una necesidad fisiológica de reposo, e incluso de dormir, que hace muy difícil volver a excitarse. A esta fase de reposo se le denomina «periodo refractario».
La duración de este periodo refractario puede ser variable de unas personas a otras, e incluso dentro de una misma persona según el momento. En mayor o menor medida todos los hombres tienen periodo refractario. Algunos factores que influyen son la edad, el grado de excitación, el cansancio, etc. En muy pocos hombres el periodo refractario es tan corto como para ser capaz de encadenar una relación sexual con la siguiente. Esta situación es una excepción y solo lo consiguen unos cuantos agraciados… Las mujeres, por el contrario, lo tienen más fácil porque ellas no tienen periodo refractario y, con la estimulación adecuada, pueden alcanzar orgasmos múltiples.
Parece haber varias hormonas implicadas en el periodo refractario, como la serotonina, la adrenalina, la dopamina o la prolactina. Esta última aumenta mucho tras el orgasmo, y está relacionada con la disminución del deseo sexual, por lo que se cree que es la que más influye. Unos investigadores alemanes decidieron hacer pruebas con un chico de 25 años que no perdía la erección tras la eyaculación y lo compararon con 9 voluntarios normales. Vieron que el chico sin período refractario conseguía masturbarse y eyacular bastantes más veces que sus 9 compañeros de estudio, y que sus niveles de prolactina en sangre no se veían alterados. En cambio, en los voluntarios los valores de prolactina subieron sustancialmente tras el primer orgasmo, y no pudieron repetir la estimulación inmediatamente. A los 20 minutos bajaba la prolactina, conseguían una segunda eyaculación, y la hormona volvía a a subir después del segundo orgasmo. Los científicos alemanes concluyeron que la segregación de prolactina inducida por el orgasmo era uno de los principales mecanismos involucrados en el periodo refractario. Otros trabajos más recientes atribuyen este rol a la oxitocina, pero no se ha podido demostrar con claridad.
También se ha investigado mucho en animales, y alguno de los experimentos realizados ha resultado muy curioso. Cuando se pone a una rata macho en un celda con cuatro hembras en celo, copula con todas hasta quedarse exhausto sin ganas de más. Aunque las hembras sigan buscando al macho, durante un tiempo el saciado macho no les hará ni caso. Pero si introducimos en la celda una hembra nueva, se tirará de golpe sobre ella. A esta renovación del interés sexual, que acorta el periodo refractario, se le denomina «efecto Coolidge». Lógicamente, los comités éticos no aprueban experimentos similares en humanos, pero los expertos sugieren que este efecto se produciría igualmente en los hombres.
El nombre de «efecto Coolidge» viene del 30º presidente de los EEUU, Calvin Coolidge (1923-1929). Cuentan que su mujer estaba paseando por los jardines de su casa de campo, y cuando vio a una pareja de gansos en plena acción preguntó al granjero: “¿Cuántas veces al día se aparean?”. “¡Docenas!”, contestó el granjero. La sorprendida Sra. Coolidge le respondió: «¿Podría ir a informar de este hecho al Sr. Coolidge por favor?”. Cuando el granjero se lo comunicó al presidente éste le preguntó: “¿Siempre copulan con la misma hembra?”. “No señor; van cambiando”, respondió el granjero. A lo que el presidente contestó con ironía: “¿Podría ir a informar de este hecho a la Sra Coolidge, por favor?”.
El efecto Coolidge tiene un sentido evolutivo. La pérdida del interés sexual y de la erección tras la eyaculación sería un mecanismo para ahorrar energías y reservas espermáticas con la misma pareja con la que se acaba de copular. Pero al mismo tiempo, para aumentar la eficacia reproductora, este periodo refractario debería acortarse de inmediato de aparecer una nueva hembra en celo.
Bueno, ahora ya sabéis el cómo y el por qué del periodo refractario que la naturaleza nos ha «regalado» a los hombres… Si buscáis tener más de una eyaculación en poco tiempo, la mejor manera de manejarlo es conocerse uno mismo y saber cómo se puede responder. En cualquier caso, recordad que siempre debéis dejar un pequeño espacio de tiempo de reposo de al menos 15-20 minutos.
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