En un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la University College of London sobre 3722 parejas a las que se siguió durante años, se recogieron datos sobre determinados comportamientos como dejar de fumar, aumentar el ejercicio físico o reducir el peso en un 5% o más.
Se vió que cuando uno de los miembros de la pareja adquiría un hábito sano, el otro miembro tenía también más probabilidad de adquirirlo. El 48% de los hombres y el 50% de las mujeres dejaban de fumar si su pareja lo hacía, mientras que sólo el 8% dejaba de fumar cuando su pareja no lo hacía. El 67% de los hombres y el 66% de las mujeres incrementaba la actividad física si su pareja lo hacía, frente al 26% de hombres y 24% de mujeres que incrementaba el ejercicio si su pareja no lo hacía. El 26% de hombres y el 36% de mujeres perdían peso si su pareja lo hacía, mientras que sólo el 10% de hombres y el 15% perdían peso si su pareja no lo hacía.
Para el dejar de fumar y el aumento del ejercicio físico, tener una pareja que previamente era no fumadora o deportista, produjo más cambios positivos que el tener una pareja fumadora o sedentaria. Pero todavía hubo más cambios positivos cuando la pareja era una “nueva sana”, es decir, si la pareja dejaba de fumar o pasaba a incrementar el ejercicio físico.
Por tanto, los cambios de hábitos positivos son más probables si la pareja los lleva a cabo también. Implica a tu pareja para dejar de fumar, hacer deporte o adelgazar y obtendrás mejores resultados.
Fuente:
Jackson SE, et al. The Influence of Partner’s Behavior on Health Behavior Change: The English Longitudinal Study of Ageing. JAMA Intern Med. 2015 Mar;175(3):385-92. Texto completo.
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