¿Sabes cómo funcionan la erección y el deseo sexual en nuestro cuerpo? ¿Es frecuente la disfunción eréctil? ¿Cuáles son las principales causas de la impotencia?
Voy a intentar responder a estas preguntas para que puedas hacerte una idea de los mecanismos que llevan a un correcto rendimiento sexual, de lo frecuente que es el problema de la impotencia y de las principales causas que la producen. En próximas publicaciones hablaré de las posibilidades de tratamiento (recomendaciones generales para mejorar el rendimiento sexual, medicación oral, fármacos intracavernosos, fármacos tópicos, dispositivos de vacío, ondas de choque y prótesis peneanas).
¿Cuáles son los mecanismos de la erección?
El pene está formado por 3 cilindros, los dos cuerpos cavernosos en la parte superior y la uretra en la parte inferior. La erección se produce por la entrada de sangre arterial en los cuerpos cavernosos, mientras el mecanismo oclusivo de las venas se activa para impedir la salida de sangre venosa del pene. Una erección poco rígida puede deberse bien a una entrada insuficiente de sangre arterial (lo más frecuente) como a un fallo del mecanismo veno-oclusivo.
La entrada y el mantenimiento de la sangre en el pene, así como su sensibilidad, están reguladas por los nervios del pene (nervios cavernosos y nervio pudendo) que proceden de la médula espinal, conectada a su vez con el cerebro. Un correcto balance hormonal también es muy importante, sobre todo para el deseo sexual. Por último, un adecuado entorno psicológico también es necesario para que la erección tenga lugar.
Podemos decir por lo tanto, que la erección es un fenómeno neurovascular producido bajo control hormonal y en un entorno psicológico específico. Hay varios tipos de erección:
- Psicógena: desencadenada por diferentes estímulos como visuales, auditivos, olfatorios o mentales (por ejemplo una fantasía sexual).
- Refleja: producida en respuesta a estímulos tactiles en áreas del pene como el frenillo, el glande o el prepucio.
- Nocturna: en algunas fases del sueño se producen erecciones espontáneas.
¿Cuáles son los mecanismos del deseo sexual?
El deseo sexual (o libido) es necesario para tener una vida sexual satisfactoria, pero no es indispensable para los mecanismos de la erección. Aunque falta de deseo sexual e impotencia suelen ir unidos, puede ocurrir que exista una falta de deseo sexual con erecciones normales o impotencia con libido normal.
El deseo sexual depende sobre todo de los niveles de testosterona. Muchas veces, aunque no siempre, cuando la libido es baja se detectan niveles de testosterona por debajo de lo normal en los análisis de sangre. Cuando hay un déficit de testosterona y una falta de deseo sexual, normalmente coexisten otros síntomas como apatía, falta de energía, tendencia al cansancio o a la depresión. En estos casos el tratamiento con testosterona es muy eficaz. También pueden promoverse hábitos para mejorar la producción de testosterona endógena.
La libido también decae si se alteran otras hormonas como la tiroidea o la prolactina. Otras causas de reducción del apetito sexual son algunos fármacos antidepresivos, antihipertensivos o para la próstata, o problemas psiquiátricos como una depresión. Además, según un estudio sobre 5255 varones publicado en el Journal of Sexual Medicine por la Dra. Ana Alexandra Carvalheira de Portugal, en colaboración con las universidades de Oslo y de Zagreb, existen muchos factores externos capaces de disminuir el deseo sexual en los varones como el cansancio, el estrés laboral o los problemas de pareja.
Si existe disminución del apetito sexual sin descenso de la testosterona, se puede intentar el tratamiento con algunos estimulantes del apetito sexual.
¿Es frecuente la disfunción eréctil en la población?
La disfunción eréctil, comúnmente llamada impotencia, se define como la incapacidad persistente para conseguir y mantener una erección lo suficientemente rígida para tener una relación satisfactoria.
Se trata de un problema muy frecuente, que aparece globalmente en uno de cada 5 varones mayores de 18 años. El riesgo se incrementa con la edad, y después de los 40 años lo hace de manera exponencial. Esta es la frecuencia de la disfunción eréctil en los diferentes grupos de edad:
Edad | Disfunción eréctil |
30-39 | 2% |
40-49 | 10% |
50-59 | 16% |
60-69 | 34% |
70-80 | 53% |
En ocasiones, los problemas de erección se acompañan de alteraciones en la eyaculación, pero en la mayoría de las ocasiones la eyaculación es normal.
¿Cuáles son las principales causas de impotencia?
Si la erección es un fenómeno neurovascular que se produce bajo control hormonal y en un entorno psicológico específico, cualquier alteración neurológica, vascular, hormonal o psicológica puede alterar los mecanismos de la erección.
Las principales causas de impotencia son las relacionadas con la enfermedad vascular como la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto, el tabaco, el sedentarismo y el sobrepeso. Otras causas físicas pueden ser el alcohol, las drogas, las enfermedades crónicas, las alteraciones neurológicas, el tratamiento del cáncer rectal, retroperitoneal o prostático y tratamientos farmacológicos para la hipertensión, la depresión o analgésicos potentes. Si eres joven y sano y no tienes ninguno de estos factores te afecta, entonces lo más probable es que el origen del problema sea psicológico. En cualquier caso, siempre habrá una causa que podrá ser una de las siguientes:
- Alteraciones en las arterias (arteriosclerosis secundaria a hipertensión, colesterol, diabetes, tabaco, obesidad, sedentarismo o estrés), en las venas (fuga venosa) o en ambas.
- Enfermedades neurológicas: alteraciones en los nervios que van al pene, en el cerebro, o en las vías neurológicas que comunican el cerebro con los nervios del pene como las lesiones medulares, la esclerosis múltiple, etc.
- Alteraciones hormonales: disminución de la testosterona, aumento de la prolactina, aumento o disminución de las hormonas tiroideas.
- Alteraciones anatómicas del pene: incurvación del pene, secuela de un priapismo o de un traumatismo.
- Enfermedades crónicas: de los pulmones, el corazón, el hígado o los riñones.
- Fármacos y drogas de abuso: algunos medicamentos para la hipertensión, la depresión o el dolor provocan disfunción eréctil. También el tabaco, el alcohol y las drogas.
- Tratamiento del cáncer rectal, prostático o retroperitoneal (de origen testicular o de otros orígenes): cirugía, radioterapia o quimioterapia.
- Impotencia de origen psicológico: cuando no hay causas neurológicas, vasculares, hormonales, anatómicas o farmacológicas.
Hoy os he dado una visión general sobre la disfunción eréctil. Próximamente os hablaré de las recomendaciones generales para prevenirla o incluso tratar casos leves. ¡No te lo pierdas! Suscríbete al blog de Men’s App y recibirás por email muchas respuestas a tus dudas.
¡Gracias a todos los lectores! Si te ha gustado esta publicación compártela en las redes sociales para hacer que tus amigos también aprendan sobre los mecanismos de la erección y el deseo sexual.
6 Comentarios
Deja tu respuesta.