Ya os hablé de las posibles causas de dolor testicular agudo (epididimitis, torsión testicular, traumatismo, cólico nefrítico) y de dolor testicular crónico (varicocele, síndrome de dolor postvasectomía, espermatocele o hidrocele, tumor testicular, prostatitis crónica, exceso de masturbación, orquialgia crónica inespecífica).
La orquialgia crónica inespecífica o dolor testicular crónico es un problema que vemos frecuentemente en la consulta y que resulta de difícil manejo. El dolor suele ser unilateral, aunque también puede ser bilateral, y debe producirse de forma continua o intermitente al menos durante 3-6 meses para poderlo definir como orquialgia crónica. Otro requisito es haber hecho una exploración, ecografía testicular y cultivos de orina y semen para descartar hallazgos. También es recomendable realizar un TAC abdómino-pélvico y una resonancia magnética de columna lumbosacra. El diagnóstico se realiza por descarte de otras patologías.
Las causas atribuidas a la orquialgia crónica son deferentitis y granulomas postvasectomías no demostrados, movilidad testicular, prostatitis no demostradas, hiperuricemia, poliarteritis nodosa y desórdenes psicológicos. Otras posibles causas según la literatura médica son los estiramientos o contracturas forzadas en la columna lumbar alta, la neuropatía por atrapamiento del nervio génito-femoral, la tendinitis en la inserción pubiana del ligamento inguinal, radiculitis, etc.
El tratamiento, de menos a más invasivo, incluye:
- Antiinflamatorios, analgésicos y suspensorio escrotal (en el enlace os recomiendo uno por su calidad-precio).
- Relajantes musculares y ansiolíticos.
- Infiltración del cordón espermático con un anestésico local y un corticoide.
- Epididimectomía u orquiectomía vía inguinal en último extremo.
Más información sobre Medidas para manejar el dolor de testículos en el enlace. En definitiva, se trata de una patología difícil de llevar para el paciente, y también para el urólogo, ya que no se encuentra ninguna causa que poder tratar directamente. Se requiere paciencia por parte del médico y aceptación del carácter crónico del dolor por parte del paciente.
Deja un comentario