Hace unos días una chica joven vino a la consulta y me dijo «Nunca pensé que alguna vez tendría que ir al urólogo, pensaba que solo venían los hombres». Sonreí, y le expliqué por qué la Urología también es cosa de mujeres.
Ir al urólogo suele asociarse a los problemas de la próstata, a la disfunción eréctil y a las enfermedades peno-escrotales. Pero fijaos en esta definición de la Urología: «especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al aparato urinario, glándulas suprarrenales y retroperitoneo de ambos sexos y al aparato reproductor masculino». De todo ello, la única diferencia con el sexo femenino es el aparato reproductor. Como veis en la imagen las mujeres tienen riñones, glándulas suprarrenales, uréteres, vejiga, uretra y retroperitoneo (parte más posterior del abdomen).
Me he entretenido haciendo la estadística de mis últimas consultas y os puedo decir que he visto un 78% de hombres y un 22% de mujeres. Sin duda atendemos a más hombres, pero podemos decir que ir al urólogo también es cosa de mujeres. Veamos qué patologías afectan principalmente a las mujeres:
- Infecciones de orina: cistitis aisladas suelen ser motivo de consulta en Urgencias o en Atención Primaria. Pero cuando el tema se complica con una pielonefritis, o cuando las cistitis son recurrentes, lo llevamos los urólogos.
- Litiasis renal: los cólicos nefríticos los padecemos tanto hombres como mujeres, y su manejo médico o quirúrgico es parte de nuestro trabajo.
- Incontinencia urinaria: puede ser de esfuerzo por debilidad del suelo pélvico (tras los partos por ejemplo) o por vejiga hiperactiva. En el primer caso el problema suele repartirse entre ginecólogos y urólogos. En el segundo caso, solemos verlo más los urólogos.
- Tumores: el cáncer de riñón, el cáncer de vejiga, los tumores retroperitoneales y los suprarrenales son competencia del urólogo. Nosotros los operamos y les hacemos el seguimiento.
- Otras patologías: anomalías de la vía urinaria (estenosis de la unión pielo-ureteral, reflujo vésico-ureteral), cistopatías (cistitis intersticial, cistitis hemorrágica, endometriosis vesical), fístulas urológicas, vejiga neurógena, etc.
Bueno, pues ya tenéis una idea sobre por qué la Urología también es cosa de mujeres.
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