Regresamos al blog, después de unos meses de mucho trabajo, con un tema que cuando le ocurre a un varón joven, tiene unas consecuencias psicológicas muy negativas.
Puede pensarse que solo la edad es lo que indefectiblemente lleva a tener problemas de erección. Es cierto que con los años se pierde el vigor de la juventud, se van estrechando las arterias del pene y va bajando poco a poco la producción de testosterona. Sin embargo, la impotencia en jóvenes es un motivo de consulta bastante frecuente. Veamos a qué puede deberse.
En la mayoría de los casos se trata de un problema meramente psicológico. En un momento dado puede haber un «gatillazo» debido al estrés, al cansancio, al insomnio, al alcohol o a ansiedad anticipatoria. Y puede suceder que la siguiente vez uno piense más en si va a dar la talla o no, que en excitarse lo suficiente como para poder mantener la erección. La ayuda psicológica es muy importante en estos casos para no alimentar el círculo vicioso que perpetúa la falta de confianza en uno mismo.
Otras veces, las menos, sí puede existir una patología orgánica. Estas son algunas de ellas:
- Problema arterial: un joven diabético, hipertenso, con el colesterol alto, obeso, sedentario o fumador puede comenzar a una edad más temprana a tener dificultad para hacer llegar una cantidad suficiente de sangre al pene. Es importante revertir los factores de riesgo vascular en cuanto se detecten.
- Fuga venosa: es una patología que típicamente produce impotencia en jóvenes. Los afectados recuerdan desde siempre tener problemas para mantener sus erecciones. Salvo en casos muy concretos, no tiene un tratamiento específico, y requiere la utilización de fármacos como el Viagra.
- Fármacos: en ocasiones, la toma de fármacos para tratar enfermedades del corazón, la hipertensión y algunos trastornos psiquiátricos o psicológicos, pueden producir disfunción eréctil.
- Alcohol y drogas: indudablemente influyen en el rendimiento sexual. Aquí tenéis algunas recomendaciones generales para mejora la potencia sexual.
- Hipogonadismo: niveles bajos de testosterona secundarios a algún tipo de patología endocrina, también pueden influir negativamente en el apetito y la potencia sexual. Algunos tipos de hipogonadismo son congénitos y se manifiestan a edades tempranas.
En resumen, podemos decir que la impotencia en jóvenes no es rara y que, la mayoría de las veces, obedece a causas psiológicas. No obstante, conviene descartar en la consulta del urólogo que pueda existir algún problema físico de base.
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