El término médico que define la presencia de sangre en la orina es “hematuria”. Si la sangre es visible a simple vista se llama hematuria macroscópica. Y si es de aspecto normal pero sale sangre en el análisis de orina, entonces se denomina hematuria microscópica.

Si la sangre en la orina se acompaña de dolor agudo en el flanco derecho o en el izquierdo, lo más frecuente es que estemos ante un cólico nefrítico (piedras en el riñón o en el uréter). Si se acompaña de escozor al orinar y aumento de la frecuencia miccional probablemente estemos ante una infección de orina (más frecuente en las mujeres). Pero si no hay síntomas acompañantes, simplemente la orina sale roja sin dolor lumbar ni miccional, entonces es cuando puede traducir un problema serio, como un tumor de vejiga, próstata, uréter o riñón. De todos ellos, el más frecuentemente encontrado si hay hematuria es el de vejiga.

El cáncer de vejiga es 3 veces más frecuente en el hombre que en la mujer. Y después del cáncer de próstata, es el segundo tumor urológico más frecuente. España es el país de Europa con más incidencia de tumores de vejiga, y Finlandia el que menos. Los factores relacionados con el cáncer de vejiga son:

• Tabaco: responsable de hasta el 50% de los casos.
• Químicos laborales: 10% de los casos. Exposición al aluminio, tintes, pinturas, petróleo y caucho. Las profesiones de más riesgo son camioneros, peluqueros, tintorerías, industria textil, imprentas, fábricas de papel, fontaneros y protésicos dentales.
• Exposición al agua ingerida con altos niveles de cloro.
• Abuso de analgésicos de tipo paracetamol.
• Exposición a algunos quimoterápicos como la ciclofosfamida.
• Radiación pélvica por cáncer de próstata, colon, o ginecológico.
• Inflamación crónica: infecciones de orina recurrentes, cálculos en vejiga, Schistosomiasis.
• Factores genéticos: riesgo familiar.

 

El cáncer de vejiga (ver la imagen) puede ser superficial (80% de los casos en el momento del diagnóstico) o puede afectar capas más profundas de la pared de la vejiga (20%). Los tumores superficiales se operan mediante cirugía endoscópica introduciendo una cámara a través de la uretra (resección transuretral, similar a la cirugía de la próstata). Sin embargo, los tumores profundos requieren de cirugía abierta para tener un buen control oncológico. Aquí tenéis más información sobre los tumores de vejiga.

La aparición de sangre en la orina siempre es una urgencia. Si se produce en el contexto de un cólico requerirá analgesia intramuscular o intravenosa. Si se trata de una infección urinaria habrá que iniciar tratamiento antibiótico. Y si no hay dolor ni problemas para orinar, sigue siendo un motivo de consulta urgente por la gran alarma que produce. Pero en este caso lo urgente no será el tratamiento, sino diagnosticar la causa.