Un síntoma muy habitual y molesto que refieren muchos hombres es gotear mucho al final de la micción. El problema del goteo prolongado es frecuente a mayor edad, y suele aparecer asociado a otros síntomas derivados de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) como la dificultad para iniciar la micción o el chorro débil y entrecortado. Los fármacos que se utilizan para tratar la HBP, o la cirugía cuando es necesaria, suelen ser tratamientos efectivos para controlar el goteo terminal.
Si solo se trata de tener que esperar mucho hasta que caiga la última gota, aún puede ser llevadero sin excesivas molestias. El problema es aquellos pacientes que se quejan de que cuando creen que ha caído la última gota se suben el calzoncillo, y todavía caen unas gotas más (ropa interior manchada, olores, etc). Es la llamada incontinencia postmiccional.
La incontinencia postmiccional sucede porque queda una pequeña cantidad de orina en la parte posterior de la uretra (la más cercana a la vejiga) que no se vacía bien. Puede ocurrir por ejemplo debido a una debilidad del suelo pélvico o después de una cirugía radical por cáncer de próstata. El tratamiento con fármacos no suele ser efectivo en estos casos ¿Qué se puede hacer entonces?:
- Maniobras de masaje uretral: ayudan a exprimir la uretra entre los testículos hacia delante para vaciarla.
- Técnicas de vaciado correcto de la vejiga: orinar sentado, relajado y tomándose tiempo; presionar al final en la zona encima del pubis para terminar de vaciar.
- Ejercicios del suelo pélvico: para fortalecer la musculatura periuretral.
El goteo prolongado no es normal, y menos que se escapen algunas gotas al terminar. Siempre indica un problema de la vejiga, la próstata o la uretra.
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