Como seguramente habrás oído alguna vez, el órgano sexual más importante es el cerebro, y no los genitales. Las fantasías sexuales son representaciones mentales creadas por el inconsciente teniendo como tema principal las relaciones sexuales. Freud las definió como «representaciones no destinadas a ejecutarse».
Aunque rara vez las personas hablan de ellas, son muy frecuentes, y se consideran absolutamente normales. De hecho, muchos expertos aseguran que la abundancia de fantasías sexuales es beneficiosa en la relación de las parejas estables. Además, ayudan a escapar de la realidad y aliviar el estrés.
A pesar de la creencia popular de que el varón tiene más fantasías sexuales que las mujeres, lo cierto es que ambos fantasean al mismo nivel, sólo que de diferente forma. Tanto en hombres como en mujeres la fantasía sexual más frecuente son cosas que les gustaría hacer con su propia pareja. Pero cuando se trata de fantasear con otras personas que no son la pareja, las mujeres tienden más a revivir situaciones con parejas pasadas, o a fantasear con alguien nuevo con quien querer lo que no se puede tener. Los hombres sin embargo, cuando fantasean con otras parejas, lo hacen además de con algún amor del pasado, con celebridades o con amigas o gente cercana, por ejemplo del trabajo.
Otras fantasías sexuales de la MUJER son tener sexo con otra mujer, probar cosas nuevas (estar atadas, tríos, observar a otros, etc), tener a un “esclavo sexual” entusiasta por darle placer oral, ejercer un sexo dominador en algún lugar donde el hombre pueda tener una posición de mayor poder, sentirse irresistible y atractiva de manera que los hombres babeen a su paso, o tener sexo con un desconocido con quien pueden ser todo lo malas que quieren porque no lo van a ver nunca más. Pero la fantasía más confesada sin duda, es la del sexo romántico, seguramente porque es la más aceptada. Algo así como “un atractivo hombre, incapaz de amar a una mujer, que la conoce, se enamora locamente de ella por su aspecto y fuerte personalidad, y acaba llevándola a una playa vacía donde la luna brilla intensamente sobre sus rostros enamorados…”
¿Y qué otras fantasías sexuales son comunes en el HOMBRE? Algunos ejemplos son el sexo oral en el que la mujer lo hace no por dar placer sino porque le da placer a ella misma, el sexo con dos o más mujeres, el voyeurismo y exhibicionismo (otros observan y envidian lo que el hombre hace con la pareja), el ver o espiar cómo la mujer se masturba, o el tener a la mujer atada, dominada y entregada.
Las fantasías sexuales alimentan la libido, favorecen la excitación, aportan novedad a las relaciones de pareja y apartan la monotonía, sirven como impulsor del orgasmo y facilitan la creatividad íntima. El único límite con lo patológico sería aquella situación en la que fantasía llegara a cobrar tal fuerza que llegara a afectar la relación de la pareja. Pero son situaciones extremas e infrecuentes.
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