La exploración física es una parte muy importante de la revisión urológica, junto con la entrevista clínica, el análisis de sangre incluyendo el PSA, la ecografía y la flujometría. Mucha gente piensa que que la única exploración que se realiza es el tacto rectal, pero también se mira el pene, el prepucio, el frenillo, el glande, el meato urinario, los testículos, el escroto y el abdomen.
El tacto rectal sirve para estimar el tamaño de la próstata por si hay hiperplasia benigna, buscar zonas induradas que puedan ser sospechosas de cáncer de próstata, o ver si hay dolor u otros signos inflamatorios compatibles con prostatitis. Ya os hablé de él con más detalle en El “temido” tacto rectal de la revisión de próstata dura solo unos 30 segundos. ¿Para qué sirve? y en Las expectativas negativas de los pacientes sobre el tacto rectal cambian después de la exploración.
Pero, como os decía, en la revisión urológica se incluye también una exploración genital y abdominal más amplia:
- Meato urinario: es el orificio del glande por donde sale la orina. Cuando desde el nacimiento está más bajo de lo normal se llama hipospadias. Cuando es demasiado estrecho se conoce como estenosis de meato.
- Glande: si se inflama y aparecen manchas rojas o supuración se llama balanitis, infección que suele afectar también al prepucio. En el borde del glande puede haber las llamadas pápulas perladas que son normales y no deben confundirse con papilomas.
- Frenillo: si tira mucho y molesta para las relaciones se puede cortar. A veces se produce una rotura de frenillo espontánea durante las primeras relaciones sexuales en gente joven.
- Prepucio: puede inflamarse por una balanitis y quedar más cerrado de lo normal provocando fimosis.
- Tallo del pene: puede presentar quistes sebáceos, gránulos de Fordyce, trombosis de la vena dorsal, cáncer de pene o úlceras por gérmenes de transmisión sexual. Tanto el cáncer como las úlceras pueden aparecer también el prepucio o en el glande.
- Escroto: también puede tener quistes sebáceos, gránulos de Fordyce, y otras lesiones cutáneas.
- Testículos: la exploración física de los testículos, epidídimos y conductos deferentes puede detectar un tumor de testículo, una epididimitis, un hidrocele, un varicocole o un quiste de epidídimo.
- Exploración abdominal: se mira sobre todo la zona baja del abdomen donde está la vejiga, pudiéndose detectar si está muy llena o si es dolorosa por una retención de orina. También se pueden palpar con las dos manos los riñones para ver si hay dolor en una fosa renal o en la otra.
En resumen, la exploración puede detectar múltiples patologías del aparato urinario y reproductor masculino, y no solo los problemas de la próstata.
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