El problema es que en algunos pacientes los efectos secundarios del finasteride podrían no ser reversibles y persistir incluso después de abandonar el tratamiento. Es lo que se conoce como «síndrome post-finasteride». Incluiría síntomas dentro de la esfera sexual como disfunción eréctil, disminución del deseo, ligero crecimiento de los pechos y disminución de la calidad seminal. Este síndrome fue descrito cuando en EE.UU. se notificaron 59 casos entre 2008 y 2011 de persistencia de estos síntomas más allá de 3 meses tras suspender el tratamiento.

Al ser tan escaso el número de pacientes que sufrían el síndrome, las autoridades sanitarias nunca pudieron demostrar claramente una causa-efecto. Hay que tener en cuenta que con la edad se van sumando casos en los que estos síntomas aparecen sin que haya ningún fármaco de por medio. Por lo tanto, no se pudo hacer ninguna recomendación negativa, pero sí se incluyó el síndrome post-finasteride en la ficha técnica del producto. El fármaco sigue considerándose seguro y eficaz en las indicaciones para las que está aprobado (calvicie e hiperplasia benigna de próstata).

A día de hoy, estudios más recientes sobre el tema se han interpretado como de escaso valor científico por el bajo número de pacienes y la escasa evidencia estadística de sus conclusiones. Así que seguimos sin saber si realmente existe el riesgo. En cualquier caso lo que está claro es que de haberlo sería muy muy pequeño.

En fin, si estás tomando finasteride puedes seguir, pero suspéndelo si aparecen efectos sexuales adversos (restablecerás la normalidad con una alta probabilidad), o si tienes deseo de tener hijos abandónalo 3 meses antes.

¡Feliz fin de semana!