Unos investigadores canadienses hicieron una encuesta a hombres y mujeres sobre sus preocupaciones diarias y sobre su vida sexual. Para analizar mejor los resultados hicieron 5 grupos de “agobios matapasiones”:
- Estrés personal.
- Estrés financiero.
- Estrés por bajo nivel socioeconómico.
- Estrés laboral.
- Estrés por falta de tiempo.
El estudio mostró de forma global que las preocupaciones diarias tenían un gran impacto en la vida sexual. También que lo hacía tanto en hombres como en mujeres, pero en mayor medida en las mujeres. Y de entre los tipos de estrés el peor era el financiero: ¿cómo voy a pagar la hipoteca? ¿cómo voy a llegar a fin de mes?
La conclusión del estudio es que para tener mejor sexo hay que eliminar el estrés. Pero claro, esto es más fácil decirlo que hacerlo… Cortar las raíces del estrés puede ser imposible, ojalá con un chasquido de dedos se resolvieran nuestros problemas económicos o laborales o tuviéramos más tiempo para todo. Lo que sí podemos hacer es aprender a manejar el estrés.
La Dra. Lisa Dawn Hamilton que lideró el estudio, explica la importancia de la “concienciación” como técnica para sobrellevar el estrés. Significa ser capaz de centrarte en las sensaciones placenteras de tu cuerpo y, de forma totalmente consciente, darte tiempo para enfocarte en el aquí y el ahora sin pensar en nada más. Y desde luego, es lo único que necesitas durante el sexo, sólo concéntrate en lo que sucede con tu cuerpo y el de tu pareja ¡y deja de preocuparte por pagar las facturas!
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