Unos investigadores de la Universidad Queen Mary (Londres) acaban de publicar en la prestigiosa revista The Lancet, un metanálisis que incluía 73 estudios (con 7000 pacientes) para ver el impacto de la música en la recuperación postoperatoria de los pacientes que son sometidos a intervenciones quirúrgicas.
La investigación concluye que la música es capaz de reducir el dolor, la ansiedad y el requerimiento de analgésicos en el postoperatorio. Fueron analizados datos de pacientes sometidos a distintos procedimientos quirúrgicos, con diferentes tipos de anestesia y en todas las partes del cuerpo. Solo se encontraron excepciones al efecto beneficioso de la música en intervenciones sobre el sistema nervioso central, la cabeza y el cuello, probablemente debido a deficiencias auditivas durante esas cirugías.
En pacientes que se intervienen con anestesia local, raquídea o troncular y que están despiertos, es creíble que pueda ser así. Pero lo sorprendente es que el efecto también ha sido probado incluso en intervenciones bajo anestesia general.
Jenny Hole, coautor del estudio, afirma: «Ahora existen pruebas suficientes para demostrar que la música debe estar disponible para todos los pacientes sometidos a cirugía. Los enfermos deben poder elegir el tipo de música y el momento, adaptándose por supuesto a los requerimientos médicos».
Sorprendente, ¿no?
Fuente: http://bit.ly/1L5zkVo
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