Komodo es una pequeña isla de Indonesia, conocida porque en ella habita el mayor lagarto del mundo. El dragón de Komodo puede medir hasta 3 metros de largo y pesar 90 kg. Es capaz de correr a 29 km/h para atrapar a sus presas como venados, a quienes les inyecta un veneno anticoagulante que resulta mortífero. También es capaz de beber en aguas contaminadas sin que le pase nada, de hecho se han aislado 57 tipos de bacterias peligrosas en su boca. Fue esto precisamente lo que hizo que los científicos investigaran sobre los medios del dragón para defenderse de las bacterias.
Como ya os expliqué, la OMS alertó recientemente sobre el gran problema que suponen las bacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos, y que producen 25000 muertes al año solo en Europa. También hizo un llamamiento a la comunidad científica internacional para el uso racional de antibióticos y para fomentar la investigación, ya que mientras la resistencia a los antibióticos crece, el desarrollo de nuevos fármacos no lo hace al mismo ritmo.
Pues bien, tenemos una primera respuesta. Un grupo de investigadores ha conseguido recientemente obtener 47 péptidos (fragmentos de proteínas) con efecto antibacteriano a partir de la sangre del dragón de Komodo. De ellos, 8 han mostrado ser eficaces en el laboratorio contra bacterias peligrosas como Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus multirresistente (MRSA). El siguiente paso será desarrollar antibióticos a partir de estos péptidos, y después probarlos en humanos. Los científicos advierten que esto llevará todavía algún tiempo, pero se encuentran muy esperanzados con el descubrimiento.
Una vez más, bravo por la investigación.
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