Según algunas estadísticas el 85% de los pacientes buscan información en internet sobre su dolencia, y lo hacen principalmente en Google. En concreto, el campo de la salud sexual es uno de los que genera más búsquedas, ya que amparados en el anonimato uno no siente vergüenza o pudor para consultar sobre problemas sexuales. A modo de ejemplo os citaré que en el ranking de enfermedades buscadas en Doctoralia en 2016 había 3 sobre salud sexual entre las 10 primeras (insomnio, virus del papiloma, hipertensión, lombrices intestinales, cáncer de mama, ansiedad, apendicitis, candidiasis, disfonía y disfunción eréctil).
Sin embargo, Doctor Google tiene peligros… En primer lugar, la fuente donde buscar la información puede no ser fiable. Algunos artículos responden a intereses económicos, otros a tratamientos no respaldados por la comunidad científica y otros, simplemente, contienen datos o consejos no actualizados. Por ejemplo, si buscamos en Google información sobre un “dolor en un costado”, podemos encontrar desde webs o blogs de profesionales sanitarios sobre contracturas, contusiones, roturas fibrilares o dolores pre-infarto hasta foros con remedios caseros, soluciones homeopáticas o técnicas de masaje que uno mismo puede realizarse sin pasar por la consulta de un especialista.
¿Cómo podemos reconocer una web fiable? La promesa de resultados espectaculares, la mezcla entre información y publicidad, la recomendación de tratamientos sin consultar al médico, o la ausencia de fuentes que corroboren los datos deben hacernos desconfiar. Además, los sitios webs fiables de salud nunca deben ser anónimos (toda información debe llevar un autor y una fecha de referencia), debe identificarse la finalidad, objetivos y público al que se dirige, se debe poder contactar fácilmente con el autor, y si existe un certificado o sello de calidad todavía mejor.
Pero la fiabilidad de los sitios webs no es el único problema de Doctor Google. Está estudiado que cuando buscas algún síntoma, los resultados que aparecen en las primeras posiciones no muestran el diagnóstico más frecuente, sino el que genera más impacto o interacción. Por ejemplo, si buscas “dolor de cabeza”, de los 1.520.000 resultados, las primeras posiciones están ocupadas por lo relacionado con “tumor en el cerebro”, “demencia” o “esclerosis múltiple”, que no son las principales causas de un dolor de cabeza.
Recordad, nunca hay que buscar en foros o sitios web poco fiables, y siempre hay que contrastar la información con vuestro médico. El Doctor Google ¡puede equivocarse!
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