Recientemente se ha publicado en la revista Fertility and Sterility de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva una revisión actualizada sobre el efecto de la dieta en la calidad del semen. Recoge toda la evidencia científica que existe en el momento actual sobre dieta y fertilidad y que os resumo a continuación:
- Acidos grasos poliinsaturados omega-3: se encuentran en las nueces, en semillas (linaza, chía y calabaza), en aceites vegetales (soja, linaza y canola) y en el pescado azul (atún, bonito, salmón, boquerón, sardina). Varios estudios han demostrado que su consumo aumenta la proporción de estos ácidos grasos en la membrana de los espermatozoides mejorando su movilidad, morfología y número. En uno de los estudios se vio que se acortaba el tiempo hasta la consecución del embarazo y se reducía el riesgo de infertilidad. Además de en la dieta, existen suplementos nutricionales ricos en omega-3.
- Acidos grasos trans y grasas saturadas: se encuentran en la bollería industrial, en los fritos y en otros productos que han sido sometidos industrialmente al proceso de hidrogenación. Producen un efecto inverso al de los omega-3 con menor recuento de espermatozoides, peor movilidad y peor morfología.
- Antioxidantes: la vitamina C (pimiento rojo, coles de Bruselas, brócoli, kiwi, naranja, papaya) y la vitamina E (aceites y semillas vegetales, avellanas, almendras, nueces, espinacas, brócoli) evitan el estrés oxidativo sobre la membrana de los espermatozoides y mejoran sobre todo su movilidad. Su ingesta es efectiva tanto si los antioxidantes proceden de los alimentos como de suplementos nutricionales.
- Cofactores metabólicos: el ácido fólico, la vitamina B12 y el zinc intervenienen en la síntesis de aminoácidos y ácidos nucleicos, muy importante durante el proceso de formación de los espermatozoides. Su suplementación ha demostrado mejorar los parámetros seminales y reducir la fragmentación del ADN espermático.
- Fitoestrógenos: algunos compuestos vegetales como las isoflavonas (en la soja) pueden tener un efecto estrogénico leve. Los estudios han sido contradictorios, no se ha podido demostrar que este efecto sea pernicioso para la fertilidad.
- Lácteos y carnes: la leche de vaca y todos los productos lácteos en general contienen estrógenos, y su ingesta se puede asociar en el hombre al aumento de estradiol y la disminución de testosterona. Se ha estudiado por ello el efecto negativo sobre la reproducción, pero los estudios no son concluyentes. Algunos sí demuestran peor calidad seminal en los varones que consumen leche entera frente a los que consumen leche desnatada (contiene menos cantidad de estrógenos al ser estos liposolubles). Las carnes pueden proceder de animales que han sido engordados con esteroides anabolizantes sintéticos. Algunos estudios también han relacionado el elevado consumo de carne roja y carnes procesadas con una peor calidad seminal.
- Metilmercurio: es un contaminante del pescado. La exposición al mercurio puede medirse en el pelo. En un estudio se midió el consumo de pescado y la exposición al mercurio, y se vio que se relacionaba con un peor número y movilidad de los espermatozoides.
- Pesticidas: están presentes en frutas y verduras. Muchos estudios han demostrado que una alta ingesta de frutas y verduras con escasos residuos de pesticidas (plátanos, peras, uva, sandía, piña, cerezas, papaya, naranjas, brócoli, lechuga, cebolla, espinacas o coliflor) mejora los parámetros seminales. Mientras que la ingesta de productos con altos niveles de pesticidas (melocotones, manzanas, nectarinas, ciruelas, fresas, judías verdes o pimientos) empeoran la calidad seminal.
- Tipo de dieta: en general, se ha visto que una dieta mediterránea rica en pescado, pollo, cereales integrales, legumbres, leche desnatada, frutas y verduras es beneficiosa para mantener unos buenos parámetros en el semen y unos bajos niveles de fragmentación en el ADN espermático. Las dietas ricas en grasas, carnes rojas y procesadas, harinas refinadas, dulces y bebidas gaseosas se relacionan con una peor calidad seminal.
Como veis, dieta y fertilidad están muy relacionadas. Acordaos siempre de que, cuando hablamos de nutrición, todo lo bueno es malo…
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