Los testículos están situados en la bolsa escrotal para estar 1-2 ºC más fríos que el resto del cuerpo. Esto los hace estar más expuestos a los traumatismos que los ovarios en las mujeres, protegidos en el interior del abdomen. Los traumatismos testiculares son relativamente frecuentes como consecuencia de deportes de contacto como el fútbol, de agresiones, o de accidentes de tráfico sobre todo de moto (por impacto sobre el depósito).
El escroto una zona especialmente dolorosa. Todo el que ha sufrido una patada sabe a qué me refiero… ¿Por qué tanta sensibilidad? Durante el desarrollo embrionario los testículos bajan desde el abdomen hasta el escroto, y durante este descenso arrastran muchas terminaciones nerviosas conectadas con el llamado nervio vago que inerva el intestino. La sensación de dolor testicular es percibida en el cerebro como un dolor de estómago, y el mecanismo de defensa es la sensación nauseosa, el mareo o la sudoración.
Pero además de muy dolorosa, una patada en los testículos es muy peligrosa, ya que puede producir una rotura testicular. Cuando un testículo se rompe, se forma un hematoma alrededor que se manifiesta como un aumento importante del tamaño escrotal asociado a muchísimo dolor.
Ante un traumatismo testicular hay que acudir a urgencias para ser explorado por un urólogo y realizar una ecografía. Si en la ecografía se evidencia la rotura del testículo o hay dudas, entonces se trata de una urgencia quirúrgica. Hay que abrir el escroto, evacuar el hematoma y evaluar el testículo. Si se puede realizar una reparación, se sutura y se conserva el testículo. Pero si no se puede porque hay múltiples líneas de rotura (estallido testicular), entonces se quita el testículo entero.
Un testículo roto y reparado puede ver alterada su función reproductiva por diferentes motivos: disminución de la producción de espermatozoides, obstrucción de los conductos que llevan los espermatozoides, o formación de anticuerpos antiespermatozoides que dificultan después su capacidad fecundante. La función de producción de testosterona es más resistente, y mientras existe pulpa testicular viable todavía puede mantenerse.
Ayer mismo operé una rotura testicular en un paciente al que un portero de discoteca le había propinado una buena patada. En este caso hubo suerte y se pudo salvar el testículo, pero no siempre es así. Si se practica algún deporte o profesión de riesgo, se aconseja llevar un protector testicular por si acaso.
Ante cualquier traumatismo testicular que produzca hinchazón, ¡acudid siempre a urgencias!
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