Unos investigadores de la Universidad de Iowa (EE. UU.) acaban de publicar un estudio en la revista Progress in Cardiovascular Disease que concluye que correr alarga la vida 3 años de media.
Según esta investigación realizada sobre una base de datos muy amplia, en comparación con quienes no corrían, los corredores tendían a vivir cerca de tres años más. Y esto era así, incluso sin importar el ritmo o la distancia, o si los individuos fumaban, bebían, o tenían problemas de salud como hipertensión o sobrepeso. El riesgo de muerte prematura disminuía un 40% en los corredores. Ninguna otra forma de ejercicio examinada por los investigadores mostró impactos similares en la duración de la vida.
Calculando dos horas a la semana de entrenamiento (promedio informado por los corredores del estudio), los investigadores estimaron que un corredor típico podría esperar aumentar su esperanza de vida 3,2 años. Más concretamente, en el estudio se calculó que una hora de correr alarga la vida 7 horas. El Dr. Lee, autor del estudio, afirma que «Por supuesto, las horas de vida que se alargan no son infinitas: correr no hace a la gente inmortal. Las ganancias en la esperanza de vida llegan al tope aproximadamente a los tres años extra, por más que la gente siga corriendo. Por otro lado, las mejorías en la expectativa de vida por lo general se estancan alrededor de las cuatro horas de correr a la semana, no aumentan o disminuyen por correr más».
También se estudiaron otros deportes. La caminata, el ciclismo y otras actividades, aunque requirieran el mismo esfuerzo que correr, reducían el riesgo de muerte prematura solo un 12%. Según Lee, se desconoce el motivo por el que correr es tan singularmente poderoso para prevenir la muerte precoz por infartos, pero cree que se debe a que ayuda a controlar muchos factores de riesgo cardiovascular simultáneamente.
¿Sorprendente? Pues ánimo, ¡a correr!
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