Estando de guardia durante el día de ayer, ingresaron 6 pacientes con un cólico nefrítico, y tuve que operar a 4 de ellos para sacarles la piedra. No me queda otra que hablar hoy sobre qué es un cólico nefrítico y por qué su frecuencia aumenta tanto durante los meses de calor.

Los cálculos urinarios o litiasis urinaria o piedras del riñón se forman en los llamados cálices renales, ramificaciones de la vía urinaria que terminan en forma de copa (de ahí el nombre de «cáliz»), y que recogen la orina filtrada por los riñones (ver imagen). En los cálices se depositan sales de calcio, fosfato, oxalato o ácido úrico que dan lugar a los diferentes tipos de cálculo. Existen múltiples factores favorecedores de la formación de cálculos. Algunos son genéticos, otros metabólicos, otros anatómicos y otros relacionados con alimentación y la hidratación.

Cuando un cálculo se desprende del cáliz renal y pasa al uréter, puede obstruirlo de manera que la orina no puede salir del riñón, este se hincha, y produce mucho dolor. Así se desencadena un cólico nefrítico. El dolor es tan intenso que algunas mujeres lo definen como «peor que el dolor de un parto».

El que los cólicos se produzcan más en verano con el calor no es solo una observación mía después de una mala guardia… Recientemente unos colegas del Hospital Río Ortega de Valladolid realizaron un estudio epidemiológico sobre 9380 pacientes con cólico nefrítico que acudieron al servicio de urgencias durante los últimos 8 años. El rango de edad fue entre 14 y 100 años, siendo ligeramente más frecuente en varones que mujeres (55,6% vs 44,4%). Los meses de Junio, Julio, Agosto y Diciembre presentaron una frecuencia superior al resto, atribuible al calor del verano y a los excesos de las comidas navideñas. En verano se suda más, se orina menos y se concentra más la orina, favoreciendo la cristalización de sus componentes y la formación de litiasis renal.

En las Islas Baleares existe además una peculiaridad los meses de verano, y es que la población prácticamente se duplica debido al turismo. Pasamos de 1 millón a 2 millones de personas cuando sumamos la población estacional. Por estadística simple, esto significa doblar la posibilidad de recibir en urgencias un cólico nefrítico.

Recordad que hay que beber mucha agua para evitar padecer un cólico nefrítico, sobre todo en los meses de verano. ¿Cuánto es mucha? Los urólogos solemos recomendar 2 litros en invierno y 3 litros en verano repartidos a lo largo del día.

Ya sabéis, si no queréis probar lo que es un cólico… ¡a beber!