En el caso de la hiperplasia benigna de próstata la disfunción eréctil postoperatoria es rara. Lo que sí es frecuente es ausencia de eyaculación después de la intervención. Se puede tener un orgasmo normal, pero sin emisión de semen. Normalmente a la edad en la que se realiza la cirugía prostática ya no se quieren tener hijos, así que la eyaculación retrógrada es asumible.
Si en una persona joven con deseo reproductivo fuera necesaria una intervención de próstata, lo mejor sería realizar una ITUP (incisión transuretral de próstata) en lugar de una RTUP (resección transuretral de próstata) o una VTUP (vaporización transuretral de próstata con láser).
Muy distinto es el caso de la operación para el cáncer de próstata, en la que se extirpa no solo la zona central sino también la cápsula prostática. Como los nervios de la erección discurren pegados a esta cápasula, en la prostatectomía radical casi siempre se provoca algún grado de deterioro de la potencia sexual. En función de la potencia previa, de la edad, o de la posibilidad de conservar los nervios de la erección durante la operación, la disfunción eréctil es mayor o menor. Además, la eyaculación se pierde en el 100% de los casos.
En cualquier caso, mejor prevenir que llegar a estos extremos. Recuerda que tus revisiones urológicas deben comenzar a los 45 años o a los 40 si tienes algún familiar de primer grado con cáncer de próstata. Y no hace falta que te arrastren como en la imagen… ¡no es tan horrendo como pintan!
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