La vaporización prostática con láser verde se utiliza para operar la hiperplasia benigna de próstata, no para el cáncer de próstata. El láser lo que hace es ir quemando y eliminando poco a poco el tejido prostático para crear un orificio amplio de salida de orina de la vejiga.
No hay cicatriz, ya que la cirugía se realiza de forma endoscópica. Para ello se utiliza un instrumento de unos 40 cm de longitud con una cámara incorporada que se introduce por la uretra y a través del cual va la fibra del láser verde. La anestesia suele ser sólo de cintura hacia abajo y la duración de la operación es de entre 1,5 y 2 h. El ingreso requerido es muy corto, en la mayoría de los casos de tan sólo 24 h. Al día siguiente se retira la sonda vesical y el paciente es dado de alta.
A diferencia de la resección transuretral de próstata, que es la intervención endoscópica clásica, el sangrado es mínimo y el ingreso más corto. Esas son las principales ventajas del láser. Teniendo en cuenta que muchas veces la operación se realiza a una edad avanzada, en la que los pacientes van acumulando patologías, medicación crónica y mayor riesgo quirúrgico, podemos concluir que el láser verde es una cirugía con pocos riesgos.
Espero que no necesitéis operaros de la próstata, pero si más adelante fuera el caso… sabed que ésta es una muy buena opción.
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