Acaba de saltar en la prensa la noticia del fallecimiento del Dr. Henry Heimlich, cirujano neoyorkino inventor de la maniobra que lleva su nombre, y que tantas vidas ha salvado. Resulta inevitable acordarse de lo que viví en primera persona hace algo más de dos años, y que en su día ya os conté. No es que me guste recordarlo, pero vuelvo a compartirlo con vosotros porque a todo el mundo puede resultarle útil saber cómo se realiza la maniobra de Heimlich. Os lo relataba así:
«Hace unos días volvía de viaje y en el aeropuerto compré unos caramelos para los niños. Quien me los vendió me dijo que eran blandos como los sugus y me quedé tranquilo pensando en el pequeño de 2 años. Pero cuando se lo dí ¡vaya susto! Se le quedó uno atascado en la garganta y ¡no podía respirar! Primero lo puse boca abajo, luego le metí los dedos en la boca sin poder sacarlo, y al final le hice la maniobra de Heimlich de forma repetida hasta que expulsó el caramelo. Momentos realmente angustiosos… Me pregunto qué habría pasado si no hubiera sabido hacer la maniobra. O mejor no pensarlo».
Se calcula que en España unas 2.500 personas mueren cada año por asfixia, más en específico, por obstrucción mecánica de la vía respiratoria y ahogamiento. Constituye incluso una de las principales causas de muerte entre niños y adolescentes.
Como más vale prevenir, y puede ser útil para salvar una vida, mejor que aprendáis las medidas que hay que tomar ante un atragantamiento:
- Dar varios golpes en la espalda como se hace a los bebés para que eructen.
- Revisar la boca para ver si hay algo obstruyendo el paso, siempre que se llegue bien con los dedos. Si no se llega, mejor dejarlo porque el objeto se podría introducir aún más y empeorar la situación.
- Si la persona sigue con problemas para respirar, es necesario abrazarle por detrás, cruzar tus manos sobre su abdomen y comprimir con fuerza hacia uno mismo y hacia arriba varias veces, con movimientos rápidos. Esta es la maniobra de Heimlich.
- En el supuesto en el que la persona pierda el conocimiento, se recomienda colocarla en el suelo y darle 5 golpes en mitad de la espalda, revisar la boca y practicarle la respiración boca a boca.
Como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis un vídeo de 2 minutos que lo explica muy bien:
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