El frenillo peneano es como un pequeño tirante que une el prepucio con la parte inferior del glande. En los adultos jóvenes que comienzan a tener actividad sexual puede romperse total o parcialmente provocando dolor y hemorragia, a veces bastante aparatosa.
La rotura del frenillo es un motivo relativamente frecuente de consulta en la sala de urgencias de un hospital. Si te ocurriera, lo que debes hacer es retirar el prepucio hacia atrás y presionar el frenillo entre los dedos índice y pulgar durante 5 minutos para cohibir el sangrado. Después se recomienda reposo sexual 2-3 semanas hasta que haya cicatrizado por completo, y pedir cita con tu urólogo para valorar una sección completa de forma programada.
Si sigues sangrando o si no tienes la sangre fría suficiente como para realizar tú mismo la maniobra de compresión digital, entonces debes acudir a urgencias. El médico realizará la compresión con los dedos y, si fuera necesario, te dará algún punto de sutura. Después, ve al urólogo.
En otras ocasiones el frenillo no se rompe, pero tira y molesta con las relaciones sexuales. En este caso también debes acudir a tu urólogo para valorar la cirugía. Con la operación dejarás de tener molestias y evitarás que se produzca la rotura del frenillo.
La sección del frenillo o frenuloplastia es sencilla. Se realiza con anestesia local, dura unos 30 minutos, y no requiere ingreso. Normalmente se dan puntos reabsorbibles que caen solos. En el postoperatorio se recomienda reposo sexual 3-4 semanas o hasta que todos los puntos se hayan caído. Rara vez hay complicaciones secundarias a la cirugía.
Bueno, ¡pues no te cortes! Si te tira, ya sabes a quién debes acudir.
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