Hay un tipo de cálculos urinarios llamados cálculos infectivos, de estruvita o de fosfato amónio-magnésico que se forman debido a una infección urinaria. Son el 2-15% de todas las litiasis y se pueden formar tanto en el riñón como en la vejiga. El binomio infección y cálculos urinarios es de mayor riesgo en determinadas situaciones:
- Cuando la vejiga no se vacía bien: vejiga neurógena, lesionados medulares, derivación urinaria (pacientes sometidos a cirugía radical del cáncer de vejiga).
- Cuando existe alguna alteración anatómica: estenosis de uretra, hiperplasia benigna de próstata o divertículo vesical (ver «Complicaciones de la HBP») , estenosis de la unión pielo-ureteral, cistocele (prolapso de la vejiga).
- Otros: cuerpo extraño, sonda vesical o catéter ureteral.
¿Por qué esta asociación entre infección y cálculos urinarios? Existen algunas bacterias denominadas urealíticas como Proteus, Klebsiella o Corynebacterium que producen una enzima llamada ureasa, que descompone la urea de la orina en amonio y bicarbonato. Al alcalinizarse mucho la orina (subir el pH, la acidez), se facilita la formación de cristales de fosfato amónico-magnésico.
Una vez formado un cálculo de este tipo solo cabe romperlo mediante litotricia externa por ondas de choque, litotricia endoscópica, o extirpación mediante cirugía abierta o laparoscópica. Pero la clave está en la prevención mediante:
- La abundante ingesta de líquidos.
- La resolución de los factores anatómicos que provocan remanso de la orina.
- La identificación y tratamiento antibiótico precoz de aquellas bacterias que producen cálculos.
- La eliminación completa de cualquier resto de cálculo que pueda hacer de reservorio de bacterias y reaparición de la litiasis.
- La acidificación de la orina con fármacos como Uronefrex (inhibidor de la ureasa) o Lit-Control pH down (metionina).
Hemos visto como una infección puede causar piedras. Pero también puede ser que una pidra que haya bajado del riñón pueda favorecer una pielonefritis (infección del riñón). Esta situación puede ser bastante grave y requerir la colocación urgente en quirófano de un catéter doble J que sobrepase el cálculo y asegure el correcto vaciado de la orina infectada acumulada en el riñón.
En definitiva, como véis en algunos casos hay una relación estrecha entre infección y cálculos urinarios. Algunas infecciones provocan cálculos y viceversa.
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