Durante todo el año llenamos nuestras vidas con rutinas, que nos hacen llevar una vida estable y segura. Pero en vacaciones la rutinas se alteran, cambian los tiempos en nuestra relación de pareja, las circunstancias y los lugares. Compartimos mucho más espacio con nuestra media naranja, y podemos econtrarnos con muchas situaciones inesperadas o estresantes, y ahí pueden venir los riesgos.
Los expertos aconsejan elegir juntos el lugar de las vacaciones, negociar actividades y tiempos, proteger la relación de pareja dándose respiros el uno al otro, y que el amor y el respeto se fortifiquen. Estar fuera de casa y de las rutinas puede conllevar riesgos, pero también oportunidades.
Los que hayáis tenido vacaciones, espero que volváis animados y con las pilas puestas. Y los que como yo empezáis ahora ¡a disfrutarlas! Y ya sabéis… cuidad a vuestra pareja.
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