Antes de la aparición de los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) como la paroxetina, sertralina o fluoxetina, se utilizaba sobre todo la clomipramina (ANAFRANIL®) para el tratamiento de la eyaculación precoz (lee más en «Eyaculación precoz: definición, tipos y diagnóstico», «Eyaculación precoz: opciones de tratamiento»). Y todavía es una buena opción, a dosis de 25 mg 2-4 h antes de la relación sexual, o 25-75 mg / día. Los efectos secundarios pueden ser somnolencia, dolor de cabeza, estreñimiento o disfunción eréctil, la mayoría de los cuales desaparecen tras una semana de tratamiento.
Más tarde aparecieron los ISRS. La paroxetina (SEROXAT®) se usa a dosis de 20 mg 2-4 h antes del coito o 10-40 mg / día, la fluoxetina (PROZAC®) 20 mg 2-4 h antes de la relación o 20 mg / día y la sertralina (BESITRAN®) 50 mg 4-8 h antes de tener sexo o 25-50 mg / día. Los ISRS tomados a diario hacen su efecto a los 5-10 días de comenzar el tratamiento, o incluso antes en algunos casos. Parece que la paroxetina es la que más retrasa la eyaculación, aunque las diferencias son pequeñas entre unos y otros. La dapoxetina es un derivado creado específicamente para la eyaculación precoz por su efecto rápido y poco duradero. Se toma a dosis de 30-60 mg 1-3 h antes de tener una relación, pero no a diario. Los efectos secundarios más comunes de los ISRS son fatiga, náuseas (sobre todo si se toman en ayunas), diarrea, aumento de la sudoración, disminución del deseo sexual o disfunción eréctil.
En ocasiones pueden combinarse clomipramina y paroxetina a dosis de 25 mg y 10 mg respectivamente para reducir los efectos secundarios de la primera, o si se busca un mayor efecto se puede ir aumentando la dosis de clomipramina hasta 75 mg / día en combinación con Paroxetina hasta 20 mg / día. Una vez se alcanza el control de la eyaculación, se puede ir reduciendo la medicación.
La ventaja del tratamiento diario frente a demanda es que los efectos secundarios se van tolerando y acaban desapareciendo al cabo de una semana. Otra ventaja es la mayor espontaneidad en las relaciones sexuales, ya que tomar medicación a demanda supone programar el coito y quizás agudizar la «ansiedad de rendimiento».
En en un estudio llevado a cabo por Waldinger en pacientes con eyaculación precoz primaria (de siempre), los pacientes prefirieron el tratamiento a diario (81%) frente al tratamiento a demanda (16%). Cuando se les preguntó sobre los motivos, el argumento más frecuente fue la mayor espontaneidad en las relaciones.
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