Muchos estudios han demostrado que los hombres rinden mejor en tests que reflejan tareas de orientación espacial. Sin embargo, hasta la fecha no se sabía si esto obedecía a motivos constitucionales o a hábitos aprendidos. Investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología acaban de publicar un estudio en el que demuestran que esta diferencia se debe a factores hormonales.
El Dr. Carl Pintzka y colaboradores sometieron a hombres y mujeres a 45 tareas de orientación en un laberinto 3D. Durante estas tareas midieron la actividad cerebral mediante resonancia magnética en distintas áreas del cerebro. Encontraron que los hombres resolvían un 50% más de tareas que las mujeres, y que lo hacían utilizando más el hipocampo, mientras que las mujeres utilizaban más el lóbulo frontal. El Dr. Pintzka llega a la conclusión de que los hombres utilizan más las direcciones cardinales para orientarse, y el hipocampo es precisamente donde el cerebro procesa este tipo de información.
En una segunda parte del estudio se administró testosterona a la mitad de las mujeres, y placebo (sustancia sin efecto) a la otra mitad. Los resultados fueron sorprendentes. Las mujeres que tomaron testosterona se orientaron mejor que las que no tomaron, y además utilizaron otras áreas cerebrales que antes no usaban, incluida el hipocampo. No llegaron al nivel de los hombres en la resolución de las pruebas de orientación pero, en palabras del Dr. Pintzka “Orientarse es un proceso complejo. Una dosis de testosterona no puede cambiar la experiencia de toda una vida”.
Parece claro que las diferencias hormonales conceden pequeñas ventajas en las habilidades de hombres y mujeres, a veces a favor de ellos, y otras veces a favor de ellas. Por si alguien cuestionaba que los hombres aparcábamos mejor que las mujeres…
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