Los mitos son falsas creencias populares, normalmente alimentadas por el desconocimiento, para tratar de explicar hechos o situaciones que nadie aclara. El campo de la sexualidad es un buen nicho para los mitos. Veamos algunos:
- Cada persona está «programada» para tener un número determinado de relaciones sexuales y, cuando se acaban, termina la vida sexual. FALSO. El origen de este mito es la analogía con la cantidad de óvulos que tiene una mujer fértil.
- El alcohol es un estimulante sexual. FALSO. El alcohol deshinibe a las personas y puede actuar facilitando el acercamiento, pero a partir de una determinada dosis el efecto es depresor, afectando negativamente al deseo sexual, a la erección y a la capacidad orgásmica.
- La marihuana tiene efecto afrodisíaco. FALSO. El cannabis puede alterar la percepción del tiempo, y puede hacer parecer que un orgasmo es más prolongado. Pero igual que otras drogas a las que se atribuye efecto afrodisíaco (cocaína, LSD) solo se trata de un mito. Muy al contrario, el consumo prolongado produce disfunción eréctil y reducción del deseo sexual.
- La esterilización reduce el apetito sexual. FALSO. Ni una vasectomía en un hombre ni una vasectomía en una mujer interfieren en la función sexual.
- La operación de la próstata reduce el placer sexual. FALSO. La intervención de la hiperplasia benigna de próstata puede provocar ausencia de eyaculación pero con sensación orgásmica conservada. La operación radical para el cáncer de próstata sí puede producir disfunción eréctil.
- El ajuste sexual negativo en una pareja lleva a su disolución. FALSO. La relación de pareja puede ser satisfactoria aun cuando el ajuste sexual sea mínimo o dificultoso.
Estos son solo algunos de los mitos, pero hay muchos más… Para otro día. ¡Feliz fin de semana!
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